Columna Semanal:
Cristián Labbé Galilea·Sábado,
25 de agosto de 2018
Mis atribulados contertulios esta semana apuntaron a los medios de comunicación social... “todo lo que se ve, lee o escucha, sabe amargo o huele a peligro...”. Las evidencias sobraron… “es cosa de ver las noticias o de mirar un matinal, son horas escuchando hablar de lo humano y lo divino justicieramente…”.
Traté de sostener, apegado a la doctrina de un buen análisis, que: no hay que condenar al mensajero si la noticia no es buena, los medios informan lo que la gente quiere escuchar y, por lo tanto, de lo que hay que preocuparse es de la desidia de la sociedad actual.
Después de discutir acaloradamente, los presentes asumieron que: si bien los medios favorecen el morbo, la intriga y el “chanchullo”… son los hechos los que preocupan.
Las evidencias sobraron: “cómo es posible… que todos los días tengamos protestas callejeras que paralicen la capital… que destruyan la propiedad privada… que campeen los portonazos, los asaltos, los ataques incendiarios y nunca nadie resulte responsable…”
Coincidimos rápidamente en que el punto era preocupante pero no discutible, porque la violencia y la inseguridad son temas de gobierno interior, y en que, para ese mal, el remedio era uno solo: ejercer la autoridad sin complejos.
Dicho lo anterior, el foco de la conversación se centró en la apatía que afectaba a la sociedad en general y especialmente en temas políticos... como dice el tango de Gardel… Hoy resulta que es lo mismo / ser derecho que traidor / Ignorante sabio o chorro / generoso o estafador/… ¡todo es igual!
… da lo mismo, que la ex presidente Bachelet asuma la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas después de haber sido la combatiente comandante Claudia y de no haber condenado nunca las violaciones de tales derechos en Venezuela, Cuba, Nicaragua, en la Alemania de Honecker y en una larga lista de países… “around the world”.
… da lo mismo, que se diga que el ex presidente Frei Montalva fue objeto de un magnicidio de los militares cuando él fue el primero que le aclaró al mundo que “los militares salvaron al país de una guerra civil” (sic).
… da lo mismo, que la izquierda acuse constitucionalmente a integrantes de la Corte Suprema porque concedieron libertad vigilada a prisioneros militares de Punta Peuco, ajustados a estricto derecho (excluimos de este cargo al diputado Urrutia porque su motivación es distinta).
… da lo mismo, que en una de nuestras más prestigiadas universidades “funen” al Presidente de la Republica en un acto oficial.
… da lo mismo, que la ex ministro Blanco goce de un sueldo de sobre siete millones de pesos como miembro del Consejo de Estado, mientras es acusada de adulterar las cifras de niños muertos en el SENAME.
Fueron horas de “da lo mismo” y, cuando nos despedíamos tatareando el tango Cambalache… (da lo mismo/ que sea cura/ colchonero, rey de bastos/ caradura o polizón), uno de los contertulios remató… “perdónenme, pero me da la impresión que para ustedes, nuestra realidad es tan turbia como la telenovela ’Perdona nuestros pecados‘, lo que no debiera darnos lo mismo…” (plop).
Cristián Labbé Galilea.
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