09 mayo 2023 

 

 

 

 

 

 Tomas Bradanovic


Creo que ya tenemos bien claro que la constitución que se proponga para diciembre la redactarán los consejeros -o como se llamen- republicanos. O por lo menos cada cosa que se escriba tendrá que contar con su venia.

Hábilmente Kast y los suyos han aparecido muy moderados en sus dichos, cada tres palabras que ellos dicen, una es "humildad", el resultado no los ha emborrachado como le pasó al pobre Stingo que ahora debe andar masticando duro para tragarse cada una de sus estúpidas palabras.

Sin embargo, detrás de la moderación en los dichos, existe una situación de hecho idéntica a la que proclamó Stingo a destiempo. Pero esta vez a favor de los republicanos, que pueden hacer cualquier cosa que se les antoje porque tienen votos sobrados para eso.

Hagamos entonces un ejercicio de lo que podrían hacer los republicanos con la libertad de acción que les permite la mayoría de votos

Primer escenario: la Gran Stingo
Esta idea es mi preferida, me encanta. Sería simplemente proponer un texto igual a la Constitución original de 1980 en su integridad, incluyendo ese artículo transitorio (creo que era el 8) que  prohibía la existencia de partidos políticos que promovieran la lucha de clases. Aunque considero que es un artículo inútil y dañino igual lo pondría, solo para darme un gusto de irritar al rojerío.

Claro que la posibilidad que me den ese gusto -a mí y a muchos más supongo- es muy remota. No está dentro del estilo de José Antonio Kast actuar con la prepotencia de Stingo, lamentablemente porque le vendría bien a la izquierda que alguna vez les hicieran lo que ellos hacen cada vez que pueden.

Segundo escenario: a la José Antonio
Creo que esto será más o menos lo que van a hacer, básicamente aceptar algo de la retórica rojiza del borrador que está proponiendo la comisión de expertos, algún premio de consuelo que incluya palabras fetiches de la izquierda como igualdad, derechos o cosas por el estilo, sin agregar demasiadas cosas del ideario republicano.

Sin embargo no tengo una pizca de duda que temas como el aborto o cualquier cosa que permita el menor atisbo de introducir el ideario progresista más radical, será explícitamente vetado. 

Sin duda incluirá alguna contundente mención para reforzar el sacrosanto derecho de propiedad, como corresponde y conviene a todos.

También incluirá las seguridades necesarias para que cualquier actividad económica que emprenda el estado deba ser en la más completa igualdad de condiciones que cualquier privado, nunca el estado podrá tener ventajas o monopolios sobre los privados en empresas o negocios productivos.

Tercer escenario: la Gran Sebastián
Esta es la peor de las tres y es sin duda lo que habrían hecho los piñeristas o Chile Vamos en caso de tener algún poder de decisión o veto.

Es la forma típica de pensar de Sebastián Piñera, movida por la cobardía y el cálculo corto. Consistiría en entrar en una negociación punto por punto para tratar de dejar contentos a la centro izquierda, a los comunistas y al Frente Amplio.

¿Por qué los sebastianistas harían algo tan estúpido teniendo mayoría? Por miedo, por cobardía, por el terror que sienten de la violencia callejera o de perder poder que son las cosas que los motivan. 

Espero de todo corazón que mis correlijas republicanos no caigan en un comportamiento tan bajo y que no le dejen poner ni la puntita a los que fueron recién vapuleados. Si quieren alguna concesión Ok siempre y cuando sea solo retórica.

Lo mejor de lo mejor
Como yo lo veo estos son los tres escenarios factibles, no veo otros. He escuchado a muchos analistas y charlatanes hablar sobre el asunto y todos se enredan en cálculos y elucubraciones típicas de la política siglo pasado, hablando de la sensibilidad tal o cual, del equilibrio de poder o idioteces por el estilo.

Me acordaba cuando en Grecia antigua durante unos juegos un espectador cayó alcanzado por una jabalina desviada. Esa vez Pericles y Protágoras pasaron un día completo discutiendo si el culpable había sido el atleta o la jabalina, si se debía desterrar al atleta o prohibir las jabalinas. Así de absurdos son muchos de los "análisis" que veo.

Cuando el asunto es mucho más sencillo. Los republicanos estamos ante una situación win-win. Si la propuesta sale rechazada, nosotros felices porque seguirá la Constitución de 1980 y chao.

Los picados
Pero muchos no se conformarán con un rechazo y arremeterán por un tercer intento. Evelyn Matthei, esa veterana nefasta de la pseudo derecha ya dijo públicamente que en caso de rechazo ella se comprometía a llevar adelante un tercer intento, también dijo que "su sector" la apoyaría.

Si intenta tamaña estupidez ella y "su sector" caerán en la más absoluta irrelevancia, serán funados, barridos por los años por venir y los chilenitos de a pie les tumbaremos de nuevo cualquier nuevo intento de chanchullo.

Porque la posibilidad que el Partido Republicano arrase en las próximas elecciones municipales y las próximas parlamentarias no es nada despreciable y ahí sí que los quiero ver.

Estos niñitos que durante años estuvieron abusando de la paciencia de nosotros -los ex giles- ya fueron, se les pasó su minuto de fama.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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