17 abril 2023 

 

 

 

 

 

Tomas Bradanovic


Existe una explicación estándar de la violencia callejera de octubre de 2019 y todas las protestas violentas que vinieron después, esa explicación viene de Ariel Zúñiga, la elaboró desde el año 2012, luego la tomó todo el mundo político, desde comunistas hasta UDI y ciertamente toda la prensa que la han venido repitiendo.

 Esta explicación estándar es más o menos así.

"En Chile durante los años de gran crecimiento se produjo también una gran desigualdad y los pobres que subieron a clase media empezaron a ver con impotencia que no podían acceder a lo mismo que los ricos, con el paso del tiempo la situación económica nacional empeoró y esas nuevas clases medias, que se habían vuelto "consumistas" empezaron a acceder al crédito fácil y al no poder seguir consiguiendo créditos hoy -con lo que ganan- no les alcanza para vivir,

Eso ha causado un sentimiento general de frustración y furia, que primero se vio reflejado en las protestas de los secundarios, luego en las universidades y finalmente se extendió a toda la sociedad. Finalmente todas estas presiones acumuladas "estallaron" en octubre de 2019 y la gente salió furiosa a protestar a las calles por considerar su situación insoportable"

Se trata de algo que suena muy coherente y razonable. Aunque se venía balbuceando desde antes, fue Zúñiga quien primero le dio la forma que tiene ahora, esta forma fue recogida y pulida por muchos otros, especialmente Carlos Peña nuestro gurú barato -la descripción que yo hago es más o menos la versión Peña- y otros de esa clase, que formularon sus propias variantes para decir lo mismo: hay una supuesta frustración popular generalizada que enfureció a la gente. 

El problema es que no es verdad. Ese cuento solo representa la forma de pensar y los intereses del mundo político, que están imbuido de la teoría de la culpa, la mentalidad de esclavos o como quiera llamarse a esa ideología demagógica basada en explicar todo bajo el prisma de un pueblo bueno siendo abusado por un puñado de malvados ricos.

Yo conozco a varios amigos que salieron -supuestamente indignados por las injusticias- a incendiar y saquear. Algunos amigos participaron otros los apoyaron y todos repetían muy convencidos el discurso del pueblo sometido a abuso. Pero lo repetían como loros, sin ningún convencimiento ni raciocinio previo.

Lo chistoso es que hoy no queda ninguno de los que conozco que piense así, se voltearon como panqueques y hoy -esos mismos- piden la ley y el orden a gritos ¿cómo se explica esta contradicción? Ayer marchaban amenazantes incendiando supermercados, hoy exigen un Bukele para Chile ¡los mismos!.

La verdad no es nada raro ni difícil de explicar. Esos cientos de miles que salieron a la calle lo hicieron azuzados por lo que veían en los matinales y son los mismos que hoy claman por que vuelva Pinochet y la mano dura, actúan bajo el mismo estímulo. Son simples corderos arrastrados por la propaganda que van donde los lleven.

"... es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio"  esa famosa línea se la atribuyen a mi lejano pariente Eduardo Matte Pérez. Aunque probablemente es falsa, como todos los mitos tiene su pizca de verdad: la masa electoral no pesa, es influenciable, vendible y va mansamente hacia donde los conducen, aunque sea a un precipicio.

Mi explicación
No discuto que hay descontento en Chile contra los políticos y el gobierno,  a mis 68 años, desde que tengo uso de razón ha existido ese mismo descontento, a veces igual que ahora, otras veces mucho peor y unas pocas veces menos.

Recuerdo que en los años de la Unidad Popular, cuando la industria de las encuestas estaba en pañales, existía un hastío contra la política muy parecido al de hoy y era tapado con discursos y grandes gestos de los políticos y sus pequeñas capillas. 

Para qué hablar durante los militares, el populacho reclamaba igual que hoy porque la mayoría de las personas comunes están imbuidos de esa mentalidad del esclavo de la que hablaba Nietsche, los eternos abusados, explotados por poderosos, ideología favorita de curas y políticos.

Y mientras la muchedumbre reclama, unos pocos vivos se dedican a progresar, callada y tenazmente. Es el 20% de Pareto, los precious few que al final son los que crean la riqueza. Pueden ser de origen rico o muy pobre, da lo mismo porque Chile es un país de emergentes y nunca hemos tenido una real aristocracia como la que hay en Europa por ejemplo.

Tal vez la única diferencia es que hoy el populacho puede ventilar sus miserias por las redes sociales. Sin embargo ese descontento de ninguna manera implica que las personas crean que con cambios políticos su situación puede mejorar.

Eso es un invento, una ficción creada por los propios políticos, que necesitan escudarse en "los anhelos de la inmensa mayoría" para justificar sus puestos y tratar de legitimar sus privilegios, aunque nadie les crea, decirlo ya es algo. 

Los que salieron a incendiar, saquear, destrozar o simplemente a marchar fueron corderos, arrastrados por moda y persuasión mediática, la mayoría. Y por plata o ambiciones políticas los de la vanguardia. Porque entre los miserables también se cumple la Ley de Pareto del 80-20.

Que los famosos "estallidos" ocurrieron de manera simultánea en Ecuador, Colombia y Chile muestra más que claramente que fue algo planificado y ejecutado desde afuera, como parte de un plan mucho más ambicioso.

La teoría del descontento es una estupidez, porque presupone que las personas tienen alguna esperanza o expectativa que su vida puede mejorar por medio de cambios políticos. 

Eso no existe, es pura fantasía porque la muchedumbre tiene claro que los políticos no harán nada por mejorar su vida, al contrario, solo la pueden empeorar y todos tenemos mucha experiencia al respecto.

Ellos solo se dejan llevar por la moda, un día salen a quemar supermercados y al otro están pidiendo que vuelvan los buenos viejos tiempos del Tata y la mano dura. No tienen idea de nada y se quejan porque están entrenados para vivir quejándose, son incapaces de identificar causas o proyectar efectos, solo repiten lo que hace el resto del rebaño.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

 .