19 octubre 2021
Tomas Bradanovic
Hoy en la mañana conversaba con un buen amigo que, cuando yo estaba juntando las firmas para inscribir el Partido Republicano le pregunté si él firmaría y me mandó a freír monos. Y hoy me dijo ¡cambié de opinión! Ahora yo y en mi casa, mi polola, mis hijos, todos vamos a votar por Kast. Es el segundo amigo que me dice lo mismo.
Una amiga que hace tiempo me irritó mucho cuando me dijo que no votaría por Kast porque eso era "perder el voto", ya que no tenía nada que hacer contra Lavín -después cambió a Sichel- quienes eran los únicos que podían "salvarnos del comunismo" hoy apoya a Kast y hace campaña por él.
En mi casa nadie quiso firmar por el Partido Republicano, pese a que yo estaba muy urgido pensando que no íbamos a juntar las firmas en Arica, además el único que simpatizaba tibiamente con Kast era el Tomás chico. Hoy me parece que toda la casa va a votar por él.
Ya se que son casos anecdóticos, pero son demasiadas adhesiones seguidas en muy poco tiempo, después que durante años yo era mirado por mis amigos como una especie de chiflado por apoyar un candidato que todo el mundo consideraba como residual.
Incluso cuando hace un par de días nos juntamos en la Parcela del Pueblo -un bastión del socialismo más duro- nuestro Trotsky de bolsillo, el Professor Vierra, se puso a hablar de política, pero su discurso era increíblemente derechizado ¡Se estaba empezando a dar vuelta la chaqueta! Y nadie le discutía, ni nadie saltó a enrostrarle su discurso cargado de perversiones neoliberales.
No se si vendrá una avalancha,"hipotesis non figo" y puede que todo sea una ilusión mía por efecto de burbuja, pero también todas las encuestas muestran un crecimiento acelerado de su candidatura..
En 2019, cuando empezó la violencia callejera masiva, escribí que los que habían salido a la calle le estaban haciendo la mejor campaña a Kast, gratis, porque sin cobrar un peso iban a convertirlo en el candidato más potente. Así como van las cosas, parece que no andaba muy perdido, porque el candidato ha tenido la suerte enorme que justo a un par de semanas de las elecciones hayan salido nuevamente orcos y flaites a incendiar o saquear.
Yo no condeno la violencia en política, al menos no como hace la mayoría de los hipócritas. Jamás me ensuciaría las manos en agredir a algún tunante por motivos políticos pero la violencia muchas veces es consecuencia lógica de los procesos y si trae buenos frutos, entonces bienvenida sea.
La violencia estúpida de los allendistas durante la Unidad Popular, su soberbia y amenazas, tuvieron como consecuencia lógica el golpe militar de 1973, era una situación que no podía resolverse de ninguna otra manera, el Gobierno Militar fue el efecto acumulado inevitable de cada una de las cosas que hizo Allende y su gente. Si los militares no tomaban el gobierno lo habrían hecho por la mala los comunistas y socialistas, yo lo viví y lo recuerdo perfectamente.
De la misma manera, cada una de las acciones de la retroexcavadora, que según Quintana debía "eliminar de raíz al sistema neoliberal en Chile" ha ido acumulando consecuencias, una tras otra. Los anarquistas del Instituto Nacional y otros antros de flaites, ambientalistas, animalistas, activistas violentos de homosexuales y travestis, feministas, veganos, activistas pro mapuches, en fin, la lista es larga y cada uno va agregando su gotita hasta colmar el vaso.
Ellos más que nadie han trabajado para que las ideas de Kast crezcan y se consoliden. Representan el asco, el miedo, el desprecio de la gente normal hacia los raros. Ser raro no tiene nada de malo porque todos somos diferentes y en cierta forma raros, pero cuando los raros se "empoderan" volviéndose violentos y soberbios, la cosa se pone extremadamente peligrosa para ellos mismos.
La elección entonces se está planteando como los normales, tranquilos, pacíficos y racionales -pero con un cierto techo de paciencia- contra los raros, empoderados e histéricos, pensando que pueden llegar al poder aplastando a los demás. Para mi nada más claro que eso, Kast me parece el arquetipo de la persona normal y Boric el guaripola de los raros, creo que no es un asunto de derecha e izquierda sino de gente normal contra orates.
Como yo creo que muchas veces la violencia es necesaria -aunque trato de mantenerme lo más lejos posible de ella- no me preocupa ni me enojan los incendios y saqueos de los que salieron como ratas a ventilar su resentimiento y sus problemas mentales.
A su manera y sin saberlo, creo que le están haciendo un gran favor a mi candidato y al país, tal como la gente de la Unidad Popular hizo posible el Gobierno Militar, esta vez tal vez hagan posible que en Chile se consolide una derecha poderosa y hegemónica. Toda acción trae su reacción, cada bandera mapuche que se agita provoca que se acumule un fuerte sentimiento nacionalista, amor a la bandera chilena el escudo y todo eso.
Claro que es triste ver a los perjudicados por la violencia, que les han incendiado sus negocios y sus casas, pero todo esto permite acumular rabia que se descargará cuando llegue el momento. Yo creo que la potencia de la candidatura de Kast y el crecimiento que está teniendo el Partido Republicano se debe en enorme medida a los orcos y flaites que han salido a destrozarlo todo, sin ellos tal vez Kast, que es sumamente moderado, nunca hubiese llegado adonde está hoy día. Gracias mis queridos orcos, les debemos mucho, aunque todavía no se note.
Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/
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