Por Raúl Pizarro Rivera


Según Brian Loveman, un conocido editor literario, el fracaso “es como el virus del herpes: siempre está latente y expectante. Puede no afectar durante un tiempo, pero gravita en todo momento sobre nuestras decisiones”. Tan aclaratoria definición encaja con lo que le ha ocurrido a este Gobierno, derrotas tras derrotas, y ello luego de aquel inolvidable 4 de septiembre de 2022. Fue en esa fecha cuando la ciudadanía, por una aplastante mayoría y sin voto obligatorio, le rechazó su programa, éste encapsulado en el proyecto totalitario de la Convención Constitucional.

En estas recientes elecciones comunales y regionales, la ciudadanía volvió a jugar un rol clave, al castigar a los partidos como tales y hacer sentir su repudio hacia el encubrimiento de La Moneda del inédito escándalo en el Ministerio del Interior, indagado por la Justicia, el CDE y la Contraloría de la República.

Tras conocer los resultados de las elecciones, Gabriel Boric y Camila Vallejo coincidieron en que “pudieron ser peores”. El pacto gubernamental perdió 40 alcaldías y 5 gobernaciones, y éstas podrían ser más tras la segunda vuelta. La oposición se quedó con la mayoría de Concejales y de CORES.

Este negativo, aunque previsto, resultado se suma a los muchos otros fracasos que tienen en un estado calamitoso a este Gobierno, consecuencia de lo cual el Presidente Boric descendió a sólo 27 puntos de aprobación ciudadana. La lista de sus fracasos es larga:

* en vez de extinguir, ha incentivado la delincuencia y, por ende, la inseguridad ciudadana;

* no ha frenado la inmigración ilegal, la que continúa fluyendo por la frontera norte;

* se desentendió de su promesa del “caiga quien caiga” por la defraudación fiscal por parte de Fundaciones falsas;

* premió a la violencia, al otorgar pensiones de gracia e indultos a delincuentes del 18/O, un episodio repudiado hoy por el 54% de los chilenos;

* en silenció asumió la aplastante derrota de sus postulantes a consejeros constitucionales en mayo de 2023;

* no pudo cumplir su promesa híper populista de eliminar a las AFP’s e Isapres,

* es culpable del ruinoso estado de la salud pública, sistema que iba a ser el único durante su mandato;

* no pudo imponer sus ‘reformas estructurales’, y la tributaria ni siquiera se la discutió el Congreso;

* incumplió su compromiso de terminar con el CAE sin ningún tipo de distingos ni discriminaciones;

* hizo el ridículo internacional, al intentar convertirse en líder latinoamericano en contra de Nicolás Maduro;

* fue humillante su oferta de pagar la deuda histórica al magisterio con $ 4 millones para cada profesor en vez de los $ 50 millones que les corresponde;

* le resultó duro el rechazo del Senado a su candidata para ser Fiscal Nacional, quien, además, a petición de los funcionarios del Ministerio Público fue exonerada del organismo;

* perdió a su hombre de confianza, Sergio Muñoz, en la Corte Suprema;

* con resignación debió designar Contralora General de la República a quien no era de su agrado ni de su afinidad política;

* le será imposible consolidar su meta de construir viviendas sociales y todo ello en medio de un desempleo galopante que tiene a la población en ruina.

“No fueron tan catastróficos los resultados” comentó Boric, casi con un suspiro, y fiel a sus convicciones ideológicas invariables, aseguró que sigue confiando (¿?) en “los cambios estructurales…siempre y cuando “los partidos progresistas nos unamos”. En estos comicios su gran sostén, el PC, fue derrotado en la madre de todas las batallas, Santiago; su nuevo aliado, la DC, bajó de 47 a 31 sus alcaldes y en la Región Metropolitana, el Presidente vio irse de su lado a dos grandes baluartes de la izquierda, Independencia y Huechuraba.

Para rematar su nefasto presente, Boric recibió la peor de las ayudas de parte de sus jóvenes ‘revolucionarios’, quienes protagonizaron, en el momento menos oportuno, un estallido e incendio al interior del INBA por el acopio y manipulación de una ‘fábrica’ clandestina de bombas Molotov. Tales elementos iban a ser utilizados la noche final de las elecciones.

Visiblemente ´conmovido´, el ministro de Educación, el comunista Nicolás Cataldo, le contó al país que “las Molotov también son armas, y muy peligrosas”, olvidando que él mismo incentivó su uso en contra de carabineros durante y después del ahora censurable “estallido social”.

Fenelón, filósofo, escritor y arzobispo francés, escribió que “la ley y no el hombre es quien debe gobernar”. Es ésa la definición exacta para entender la sensación generalizada de la gente en cuanto a que este Gobierno ha sido un gran incumplidor de lo que la constitucionalidad y la legalidad le demandan.

Antes de fallecer, a los 83 años, Seymour Martin Lipset, conocido como el padre de la sociología política, consignó algunas recomendaciones para evitar el fracaso: “toma conciencia de lo que te corresponde; evalúa el por qué fracasas; aprende de tus errores; piensa siempre en escenarios realistas; no tengas miedo de acudir a otros por ayuda; construye una buena metodología de trabajo, y establece metas siempre razonables”.

¿Boric ha seguido alguno de estos consejos? Decididamente no, ninguno, porque son muy sabios.

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