Por Raúl Pizarro Rivera.


Delirante. A falta de un año para las elecciones presidenciales, la izquierda refundadora y progresista ya tiene su primer candidato a La Moneda: Vlado Verdugo Mirosevic, conocido como Vlado Mirosevic, único parlamentario (diputado) de su partido, el Liberal, que tiene 8.200 militantes, repartidos casi exclusivamente en dos Regiones, la Primera y la Décima. Siendo líder de los estudiantes secundarios en Arica, su padre le dijo que, con su apellido, Verdugo, no llegaría lejos en política: legalmente cambió el paterno por el materno. Para que no se peleasen los perros grandes de la izquierda, tan diminuto representante del sector fue elegido, en noviembre de 2022, para presidir la Cámara de Diputados, la que integra desde el 2018.

Al escuchar el clamor de un grupo de sus adherentes, Mirosevic Verdugo no vaciló en aceptar la candidatura presidencial, anunciando que ofrecerá al país un “Pacto de Bienestar” …Su proclamación originó de inmediato el anuncio del resto de la izquierda gubernamental en cuanto a que “sí o sí” habrá primarias. Delirante: una encuesta reciente reveló que existe un 6% de la población que afirma que hoy “Chile está mejor que antes del estallido social” (¿?)

El delirio implica un cambio rápido entre estados mentales y se le considera “una alteración aguda del razonamiento”. Ante la natural tentación por buscar similitudes con los refundacionales hoy en el poder, los síntomas del delirio suelen ser cambios en la lucidez, pensamiento desorganizado, hablar sin sentido, alteraciones bruscas, cambios emocionales o de personalidad, entre éstos, la irritabilidad y la euforia.

Un griterío de júbilo se originó en la Cámara, luego de que ausencias, abstenciones y hasta votos en contra de la oposición salvasen a la ministra del Interior, Carolina Tohá, de una muy merecida destitución por negarse a brindarles seguridad, protección y tranquilidad a los ciudadanos.

Sólo un déficit mental justifica el que parlamentarios de Gobierno hayan reforzado su defensa de la acusada con un cínico reconocimiento al ex Director General de Carabineros, Ricardo Yáñez, hoy en retiro anticipado por presión del PC y por plazo puesto precisamente por la ministra para que la Justicia se hiciera cargo de los ‘delitos’ que le imputó el INDH por su “responsabilidad de omisión” en la pugna entre policías por mantener el Estado de Derecho y los golpistas revolucionarios del 18/O.

Al momento de votarse la acusación interpuesta por el Partido Republicanos, estuvieron ausentes, sin justificación, diputados UDI y adhirieron a la izquierda dos representantes de EVOPOLI, uno de los cuales, Francisco Undurraga pareció sufrir los síntomas del delirio, al decir que “los Republicanos hacen todo por su cuenta y no consultan a sus socios”…(El PR no integra Chile Vamos) “La inseguridad en el país es terrible” aseveró Undurraga, “pero yo voté en contra por desacuerdo con las acusaciones constitucionales presentadas sólo por revancha del exceso que, en este sentido, incurrió la izquierda con el ex Presidente Piñera”…

Simplemente delirante: de partida, el republicanismo nunca tuvo sintonía con el ‘piñerismo’ y, casi una alucinación, su motivo para alinearse con el Gobierno fue el “exceso de acusaciones”, siendo que el único objetivo del libelo fue la incapacidad e ineptitud de Tohá para controlar, combatir y terminar con la explosión de temor e inseguridad de la comunidad, tal como lo establece la ley. Ella misma reconoció su fracaso, al adelantar que no será precandidata presidencial.

Por otra parte, abstención por conveniencia puede definirse la postura de los ex DC Amarillos y Demócratas ante la acusación a Tohá: se desmarcaron, no pronunciándose o votando en contra. Más temprano que tarde desnudaron su ADN, ya que hace muy poco corrieron a aliarse con la oposición de verdad cuando ésta suscribió la candidatura a la presidencia de la Cámara de una diputada centrista, Joanna Pérez. Coincidentemente, tras lo de Mirosevic, Demócratas anunció la candidatura presidencial de Ximena Rincón, hasta ahora senadora.

Es parte del estado delirante el apesadumbrarse por una situación de la cual se es culpable: “no hay motivos para celebrar” dijo la ministra Tohá a los diputados de Gobierno, mientras el personal de varios CESFAM comunales periféricos mantenían una huelga por las amenazas de muerte de pandillas criminales. Para no variar su siempre inconsistente prédica, anunció una solución: dadas las amenazas, dichos centros de atención “atenderán exclusivamente a pacientes graves”” y, de paso, recomendó que no asistan a ellos “quienes sufren dolencias menores”.

Todos los recintos asistenciales están incluidos en la Ley de Infraestructura Crítica, presentada en mayo de 2019 por el Gobierno anterior, pero no ha podido ser aprobada porque la izquierda ultra -PC y FA- se niegan a que las Fuerzas Armadas se ocupen de su protección, y menos con sus fusiles cargados. Tohá, una vez más, prometió puntos fijos de Carabineros, “pero sólo en aquéllos CESFAM con mayores riesgos de asaltos y amenazas”. O sea, menos carabineros en las calles, el desesperado clamor de la ciudadanía.

La alternativa de que estos centros se doten de sus propios guardias de seguridad (no armados) es imposible: no hay financiamiento para ello, ya que la salud pública se halla en una feroz crisis financiera, sin insumos ni recursos para su gestión hasta fines de año. Incluso, FONASA reajustó el costo de sus planes para un sistema que, se prometió, sería íntegramente gratuito.

Dado el chipe libre que La Moneda, por exigencia del PC, da a los delincuentes, que actúan con la certeza y confianza de que no serán reprimidos a balazos, éstos reactivaron un antiguo sistema de robo, el de dispensadores de dinero mediante la saturación por gas. La reacción del Gobierno fue delirante: exigir a las empresas, y particularmente a las entidades financieras, que “refuercen sus medidas de seguridad”, siendo que, en estas acciones, los ataques provienen desde la calle, cuyo orden es misión del Ministerio del Interior.

Mientras aumenta la convicción de que los delincuentes “perdieron el temor al castigo efectivo”, el INDH anunció la presentación de una querella en contra de policías que el 2017 abatieron a un terrorista en La Araucanía. A su vez, una diputada del PC, Lorena Pizarro, defendió a Sergio Muñoz, ministro de la Corte Suprema acusado constitucionalmente, argumentando que la oposición “sólo lo hace por ser de izquierda”, evitando referirse a que dicho juez se ha jugado incondicionalmente por fallos favorables en todas las causas de “derechos políticos” patrocinadas por el INDH.

En un Gobierno tan irracional como éste, no puede extrañar que La Moneda, antes de priorizar contundentes acciones contra la desmadrada delincuencia, haya anunciado un proyecto de ley pomposamente denominado Inteligencia Bancaria, que permita descubrir -según Boric- “los delitos de cuello y corbata,” mediante el levantamiento total de la privacidad financiera de las personas. Tal eventualidad hace tiempo que ya es posible, pero sólo mediante una orden judicial. La transparencia no hay sólo que predicarla, sino practicarla, y es lo que intencionalmente este Gobierno omite: sólo después de ¡17 meses! dio el visto bueno a la PDI para que allanase las oficinas de ProCultura, Fundación bruja propiedad del psiquiatra de Boric, defraudadora fiscal por $ 5.500 millones y para la que trabajó la ex pareja del Presidente, Irina Karamanos.

Delirante, casi colindante con un fanatismo ciego, el Gobierno demoró 300 días en designar a Dorothy Pérez como Contralora titular de la República, y ello por no ser adherente a la izquierda dura y por ser la esposa de un ex oficial de Carabineros.

Comprobadamente inepto, reafirmadamente sinvergüenza y probadamente incapaz, a esta Administración sólo le faltaba dar ejemplos concretos de su irracionalidad. Los hechos así lo confirman: definitivamente quienes lo integran sufren de delirio.

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