30 de mayo de 2023
Pablo Errázuriz Montes
La piedra angular de la propuesta de los expertos del Mamarracho 2.0, aprobada por los “expertos de derecha”, es que Chile pase a ser jurídicamente guiado por un Estado Social de Derechos. Es la tercera intentona de una ingeniería social que se ha transformado en el mantra de la izquierda socialista y de los ingenieros sociales del globalismo, respetado sumisamente por la oligarquía partitocrática de todo signo, y por el empresariado local, como garantía de “estabilidad” gatopardesca – para que todo cambie y todo siga igual-. Bachelet en su fallido primer intento, le denominó Estado de Derecho Democrático y Social. La constelación de payasos que integraron la mayoría de la finada convención constituyente, lo bautizó como Estado Social de Derechos, lo que se consagró en las tablas de la ley aprobadas por los 8 mosqueteros que integran la mayor parte de los partidos políticos, autores de los Doce Bordes.
En las encuestas de opinión, los partidos políticos que nos impulsan a este despeñadero republicano, son las instituciones por lejos, más desprestigiadas y rechazadas por la población, y estadísticamente representan a menos del 2% de la población, participando en su desenvolvimiento, solo los que perciben un emolumento o sinecura del financiamiento que le debemos todos los chilenos por ley. Pero por ánimo los oligarcas no se quedan, e impulsan la aprobación de esta casita de muñecas para sus intereses oligárquicos que sería la añorada buena y nueva constitución.
¿Qué es un estado social de derechos? Aquel que garantiza los derechos sociales. Y ¿qué son los derechos sociales? Son supuestas garantías de prestaciones de bienes (viviendas) y servicios (prestaciones de salud, educación especialmente universitaria) a las que el estado estaría obligado gratuitamente a proveer a los ciudadanos.
Se requiere de un nivel de estupidez extremo, para creer que eso va a ser así, pero lo afirman sesudamente y con cara de entender mucho, miembros de la oligarquía partidaria, burócratas de las naciones unidas y empresarios que generosamente se muestran disponibles para tan laudable objetivo de cuidar, proteger y sostener a los desarraigados del mundo.
Como cualquier persona inteligente es capaz de precisar, los derechos, son estructuras lógicas compuestas de un sujeto activo que es el beneficiario del derecho, un sujeto pasivo que es el obligado al mandato, prescripción o prohibición que importa el derecho, y un órgano coercitivo o mediador, que es el que se asegura que el sujeto pasivo materialice la prestación al sujeto activo. Lo que digo es inconcuso, solemne, indiscutible. Es una verdad completa.
La cuestión es pues ¿Quién es el sujeto pasivo de los llamados derechos sociales? Y los promotores de tan inmensa generosidad saltan para contestar: ¡El Estado! Y aquello es, como todos saben, una mentira, embuste, patraña, falsedad, invento, engaño, fraude, farsa, impostura, cuento chino, etc. El Estado es solo el mediador. ¿Y cómo media? Estableciendo y cobrando impuestos. ¿A quiénes? A los ricos repiten a coro, socialistas, demagogos de derecha e incluso ¡empresarios! Pero aquello también es un miserable cuento chino. Porque todo individuo inteligente sabe, que lo pagan todos los ciudadanos, y los padecen los más débiles y pobres de la comunidad nacional. Y los débiles los pagan doblemente, por el pago de los impuestos y por el empobrecimiento general que, irremediablemente causa el socialismo, y que les impide abandonar su condición desfavorecida. El sujeto pasivo de los derechos sociales son los más pobres de la sociedad.
¿A quiénes beneficia el estado social de derechos? Es cuestión de observar en el vecindario: Venezuela, Argentina, Ecuador etc. Respuesta: A sus gestores, los políticos que ostentan sinecuras y sueldos muy por sobre sus méritos, oligarcas que gobiernan en Latinoamérica toda, y… a quienes controlan a esos oligarcas. Burocracia de naciones unidas abocadas al cumplimiento de sus mandatos impuestos por la mega oligarquía mundial.
No, no, no; me dirá el lector. Tiene que estar usted equivocado. Como es posible que todos los políticos, casi sin excepción, acepten y promuevan tamaña iniquidad.
Es increíblemente sencillo de explicar. ¿Es la democracia el gobierno del pueblo consciente y soberano, para el pueblo consciente y soberano, y por el pueblo consciente y soberano? No. No lo es. ¿Qué es entonces? Es el gobierno de los representantes del pueblo, en Latinoamérica escasamente consciente y soberano. ¿Cómo puede funcionar entonces la democracia en latinoamericana? Haciéndole una guerra frontal, institucional y comunicacional, a la demagogia.
¿Qué es la demagogia? Es etimológicamente, el arte de conducir al pueblo ganando su favor. Si hubiese un solo demagogo en el mundo, aquello no sería problema. El problema es que los demagogos se disputan el cargo de representantes del pueblo para disfrutar las prerrogativas del poder y seducen a los electores para quitárselos al demagogo de enfrente. ¿Cómo lo hacen? Prometen cuestiones imposibles de cumplir, como los derechos sociales, y cada vez sus ofertas van en incremento para ganarle la voluntad del pueblo a quienes ya tienen la voluntad del pueblo, generando un círculo vicioso de victimismo, clientelismo y dependencia.
Por ejemplo ¿Es la constitución que hoy nos rige, causa de alguna de las insuficiencias de la sociedad? No. No lo es. Una nueva constitución ¿Será la solución a los problemas que tiene el país? No. No lo será ¿Por qué razón vamos ya en el tercer intento de nueva constitución de las oligarquías de los partidos políticos? Porque lo que quieren esas oligarquías es eliminar las cortapisas impuestas por la constitución vigente, para incrementar, aún más su poder y la dependencia de sus clientelas a su control. Y como los empresarios corruptos no tienen problema para cooptarlos con dadivas, ayudan a que los políticos tengan más y más poder a cambio de una anhelada estabilidad para continuar maximizando sus beneficios. Y la burocracia globalista seduce a esos políticos con dadivas e influencia para imponer sus agendas de gobierno mundial.
¿Qué debemos hacer? Pues votar EN CONTRA de la propuesta de mamarracho 2.0 en diciembre próximo, y en seguida
- DESALOJAR a todos los políticos de izquierda y de derecha, purgando a todos quienes hayan propiciado esta estafa, incorporando a nuevos miembros del poder legislativo y ejecutivo.
- Mandatar a esos nuevos representantes del poder legislativo, la modificación a la constitución y a la ley con el fin de:
- que se reduzca drásticamente las dietas parlamentarias,
- Se suprima el financiamiento público a los partidos políticos,
- Se elimine el cargo de gobernador provincial electo.
- Introduzca el juicio de cuentas por acción popular, a todo representante que haya ejercido cargos de elección popular y judiciales.
- Sancionar y prohibir el financiamiento ilegal de partidos políticos.
- PROHIBIR la reelección de los cargos de elección popular e inhabilitar a quienes hayan ejercido esos cargos, a cualquier cargo y a otros cargos de elección popular.
- PROHIBIR, el cogobierno de la burocracia de los organismos internacionales e instar ante la Asamblea General de naciones unidas y organización de estados americanos, a la disolución de esa burocracia, cabeza de playa de la oligarquía capitalista mundial. Prohibir la jurisdicción de tribunales extra soberanos por hechos ocurridos en el territorio nacional.
- Exigir a los miembros del poder judicial, el cumplimiento irrestricto de la ley soberana chilena y crear un tribunal de cuentas y prevaricato integrado por miembros ajenos al poder judicial, para sancionar a los jueces que fallen contra derecho expreso.
- Exigir a las fuerzas armadas y de orden el cumplimiento de sus mandatos legales y constitucionales.
Fuente: http://pabloerrazurizmontes.blogspot.com/2023/05/estado-social-de-derechos-democracia-y.html
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