23 de mayo de 2023
Pablo Errázuriz Montes
Del talento político del Partido Republicano, dependerá que logren fracturar la rigidez de las normas que obligan a someterse a los llamados bordes, mal redactados, mal concebidos y erróneamente inspirados.
En Chile de hoy, la ciudadanía se encuentra en un estado de hastío generalizado, y con la voluntad de neutralizar de una vez por todas el intento refundacional revolucionario de la izquierda, en curso desde octubre de 2019, (izquierda que hoy es una abrumadora minoría). En tal sentido, muchos que votan por la derecha y que disfrutan que haya conseguido la mayoría en el Consejo Constitucional, están dispuestos a aceptar, los llamados doce bordes contenidos en el artículo 154 de nuestra maltratada Constitución de 1980. Creo que es un fatal error a estas alturas, ceder y conceder.
Veamos cuales son esos bordes:
- Chile es una República democrática, cuya soberanía reside en el pueblo.
- El Estado de Chile es unitario y descentralizado.
- La soberanía tiene como límite la dignidad de la persona humana, y los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales ratificados por el Estado de Chile y que se encuentren vigentes. La Constitución consagrará que el terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos.
- La Constitución reconoce a los pueblos indígenas como parte de la nación chilena, que es una e indivisible. El Estado respetará y promoverá sus derechos y culturas.
- Chile es un Estado social y democrático de derecho, cuya finalidad es promover el bien común; que reconoce derechos y libertades fundamentales, y que promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales, con sujeción al principio de responsabilidad fiscal y a través de instituciones estatales y privadas.
- Los emblemas nacionales de Chile son la bandera, el escudo y el himno nacional.
- Chile tiene tres poderes separados e independientes entre sí:
- Poder Ejecutivo, con un jefe de Gobierno con iniciativa exclusiva en la presentación de proyectos de ley que incidan directamente en el gasto público.
- Poder Judicial, con unidad jurisdiccional y con pleno respeto de las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas.
- Poder Legislativo bicameral, compuesto por un Senado y una Cámara de Diputados y Diputadas, sin perjuicio de sus atribuciones y competencias en particular.
- Chile consagra constitucionalmente, entre otros, los siguientes órganos autónomos: Banco Central, Justicia Electoral, Ministerio Público y Contraloría General de la República.
- Chile protege y garantiza derechos y libertades fundamentales como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, el derecho de propiedad en sus diversas manifestaciones, la libertad de conciencia y de culto, el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, la libertad de enseñanza y el derecho-deber preferente de las familias de escoger la educación de sus hijos, entre otros.
- Chile consagra constitucionalmente con subordinación al poder civil la existencia de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Orden y Seguridad, con mención expresa de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones de Chile.
- La Constitución consagra, a lo menos, cuatro estados de excepción constitucional: de asamblea, de sitio, de catástrofe y de emergencia.
- Chile se compromete constitucionalmente al cuidado y la conservación de la naturaleza y su biodiversidad.
Aparte de los errores graves de sintaxis, de redacción y de uso de los conceptos; que nos hablan de improvisación, falta de talento y de técnica legislativa, se han elevado estos doce predicados, al rango de inamovibles. Tal como si contuvieren una dignidad y sabiduría intrínseca. Analicémoslos pues por parte los más difíciles de tragar:
El número 1 dice que la soberanía reside en el pueblo. El artículo 5 de la Constitución actual, prescribe: La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo. ¿Fue un error de omisión o uno de los reiterados errores de sintaxis, el haber confundido los conceptos de pueblo y nación? ¿O será que los burócratas asesores del Sistema de Naciones Unidas no quieren que vaya el concepto de nación, porque quieren fronteras fluidas y así controlar de mejor manera a las masas globalmente? Mi nacionalidad es chilena. Mi identidad es chilena. Mi comunidad es con los nacionales chilenos. Mis antepasados son chilenos e hicieron de esta nación el asilo contra la opresión del que nos honramos. ¿Por qué entonces no consagramos que la soberanía resida en la Nación? ¿Tendremos acaso que compartir la soberanía de Chile con quienes no son chilenos y son simplemente el pueblo? Si así se consuma, y si el Partido Republicano, que no suscribió este mamarracho, no se opone a esta gravísima confusión, yo votaré rechazo y trataré de convencer a mis próximos que así voten.
Numero 2: El Estado de Chile es unitario y descentralizado. Error conceptual grave; El Estado es unitario. Y si el Estado es unitario, no es descentralizado, porque, si así fuese, sería federal y no unitario. ¿Habrán querido decir que el Estado es unitario y su administración será descentralizada, tal como lo señala el artículo 3 de la actual Constitución? Era cuestión de copiarlo. ¿O querrán después abogar por la independencia de los “territorios” como prescribe el plan subversivo que abortamos en setiembre del año 2022? Si no se corrige esto votaré rechazo y trataré de convencer a mis próximos que así voten.
Numero 3: La soberanía tiene como límite la dignidad de la persona humana, y los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales ratificados por el Estado de Chile y que se encuentren vigentes. Esta disposición somete la soberanía de la Nación a los dictados de organismos supra nacionales. La “marca registrada” de “Derechos Humanos”, la controlan ideológicamente poderes supranacionales. Y esa administración de la ideología de los derechos humanos, es cotidianamente contradictoria y hostil a los derechos esenciales de la naturaleza humana. Un ejemplo de ello son los derechos sexuales y reproductivos cuyo único fin es imponer la legalización del aborto, esto es, el homicidio masivo de inocentes. Es este según la burocracia progre de Naciones Unidas, un “derecho humano” más, que los estados miembros deben respetar. Chile tiene una cultura probada de discernimiento sobre este particular. Rechazo todo tutelaje de moral supranacional y me quedo con la definición de la actual constitución: El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
Numero 5: La Constitución reconoce a los pueblos indígenas, y El Estado respetará y promoverá sus derechos. Se consagra la violación al principio de igualdad ante la ley. Porque ¿Cuáles son esos “derechos indígenas? ¿Son distintos a los del resto de los chilenos? ¿Cuánta sangre indígena hay que tener para acceder a ese privilegio? Me quedo con la disposición de la actual constitución: Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Todo esto es lógicamente absurdo y, en definitiva, si el Partido Republicano, no se opone a esta gravísima trasgresión al principio de igualdad ante la ley, yo votaré rechazo y trataré de convencer a mis próximos que así voten.
Numero 6: Chile es un Estado social y democrático de derecho… promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales... Aparte de la defectuosa definición desde el punto de vista semántico y jurídico, esta norma imperativa, es la consumación del Estado de Chile, como un estado socialista. El consejero del Partido Republicano don Luis Silva señaló, buscando salvar los doce bordes, que “falta llenar de contenido esos conceptos”. Discrepo. Existe suficiente doctrina ideológica sobre los llamados derechos sociales, que es un buen nombre para describir una sociedad socialista que privilegia la igualdad por sobre la libertad de los individuos. ¿Por qué vamos a tener que vivir en una sociedad socialista cuando la mayoría no es socialista? ¿Por qué vamos a tener que vivir en una sociedad socialista cuando sabemos por evidencia empírica, que en Iberoamérica este sistema lo único que produce es pobreza y tiranía? ¿Solo porque un grupo de ocho oligarcas políticos, atemorizados por el lumpen callejero, se les ocurrió? Que alguien por favor me lo explique ¿Quiénes son los titulares de los derechos sociales y quienes los obligados a pagar esos derechos sociales? No hay respuesta plausible. En Latinoamérica el socialismo solo sirve para entronizar en el poder, tiranos que sojuzgan o tratan de sojuzgar al pueblo. Imagino que el Partido Republicano mayoritario, será incapaz de modificar esta disposición. Por tal razón yo votaré rechazo y trataré de convencer a mis próximos que así voten.
Estimado lector, lo señalado no es una pura disquisición jurídica de abogado sin correlato práctico en la vida de cada uno. Son normas que pueden preformar el futuro de la vida social suya, de sus hijos y nietos. No se deje engatusar por políticos que quieren salvar su poder y su prestigio. Los cambios cuando no son para mejor, irremediablemente son para peor.
Del talento político del Partido Republicano, dependerá que logren fracturar la rigidez de las normas que obligan a someterse a los llamados bordes, mal redactados, mal concebidos y erróneamente inspirados. Si no lo hacen o fracasan en el intento, perderán la voluntad de la mayoría que obtuvieron en las últimas elecciones.
Fuente: https://pabloerrazurizmontes.blogspot.com/2023/05/aceptar-los-bordes-o-votar-rechazo.html
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