Freddy Blanc Sperberg


La historia del ser humano está plagada de casos verdaderamente sorprendentes.

Si hacemos un recuento de algunos casos particularmente llamativos, nos encontramos con nombres bastante conocidos cuyos resultados de vida, sí o sí, dejaron un tremendo legado en la humanidad, en muy diversas áreas.

Veamos algunos ejemplos.

Albert Einstein, nacido en Alemania el 14 de marzo de 1879 y fallecido en Princeton, Estados Unidos, 18 de abril de 1955, alemán de origen judío, nacionalizado después suizo, austríaco y estadounidense, genio de la física moderna, decían sus profesores que: “nunca va ser demasiado”, por el sólo hecho de que hasta los cuatro años le fue casi imposible dominar el habla. Todos sabemos cómo resultó su historia.

Vladímir Ilích Uliánov, alias Lenin, fue un político, revolucionario, teórico político, filósofo y comunista ruso. Líder del sector bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, se convirtió en el principal dirigente de la Revolución de octubre de 1917. A través de su discurso prometió salvar al pueblo de la tiranía de los zares. Millones creyeron en él. Sólo 5 años después del triunfo comunista, 30 millones de rusos habían muerto de hambre.

Walter Disney fue un empresario, animador, guionista, actor de voz y productor de cine estadounidense. Pionero de la industria de la animación mundial, introdujo novedades en la producción de dibujos animados, logrando grandes espectáculos para niños y adultos. No obstante, en sus inicios fue despedido de un periódico por: “falta de imaginación y no tener ideas originales”. La historia está escrita y su legado, vigente hasta hoy, aún entretiene a generaciones enteras.

Fidel Castro fue un político, revolucionario, marxista, y abogado cubano. Tras derrocar a Fulgencio Batista durante la Revolución cubana, ejerció el poder en su país durante casi 50 años. Sus promesas, que levantaron al pueblo contra Batista, nunca fueron cumplidas. Hasta el último día de 2015, estaban documentadas 7.062 muertes y desapariciones "atribuidas al régimen castrista" desde 1959.

Steven Jobs fue un empresario, diseñador industrial, magnate empresarial, propietario de medios e inversor estadounidense. Fundador de empresas como Apple, Pixar, NeXT y Apple Store, fue además máximo accionista individual de las empresas Disney. Aún con ello, a los 30 años quedó devastado luego de que lo echaran de una empresa que él mismo había creado.

Adolf Hitler, líder del movimiento nazi, ganó poder y popularidad durante los años de la gran depresión gracias a su oratoria propagandística hasta convertirse en el principal responsable político en la Alemania del Tercer Reich. Sus promesas de grandeza fueron suficientes para que el pueblo lo siguiera a una hecatombe de nivel mundial que, sumadas todas las muertes, alcanzaron alrededor de 55 millones de seres humanos en sólo 5 años de guerra y, de paso, la total destrucción de su país.

Los Beatles fue un grupo de "rock" británico formado en Liverpool durante los años 1960. Desde 1962 hasta su separación en 1970 estuvo integrado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Famosos por sus bellos temas que aún deleitan a quienes han sido sus eternos seguidores y a muchos que se suman cada año, en sus inicios fueron rechazados por Estudios de Grabación Decca aduciendo que, abro comillas: “no nos gusta su sonido, no tienen futuro en el mundo de los negocios”.

Podríamos seguir con otros ejemplos en muchas otras áreas, como la del Jesús de Nazaret, quien fue repudiado por su pueblo y desechado el perdón, eligiendo en su lugar a bandidos. Hoy, 2.000 años después, sigue siendo faro de fe y esperanza para miles de millones de seres humanos.

Vamos con un análisis.

El término “conocer a una persona” se ha transformado en algo extremadamente relativo. La verdad es que nuestros tiempos no son favorables para determinar muy exactamente las características de una persona. Así las cosas, las redes sociales nos permiten ver y oír a miles de seres humanos a través de todo el planeta, pero, obviamente, no todo lo que brilla es oro. Entonces, utilizaremos nuestra limitada información para formarnos, al menos, una idea sobre ellos.

Es imposible conocer realmente a una persona a través de una mirada superficial. Todos tenemos un pasado y, no lo dude, esa personalidad que tanto atrajo su atención también lo tiene. Resulta demasiado tentador dejarse llevar por una sonrisa fácil, una bonita voz, un físico interesante, un vestir delicado, una mirada penetrante o un discurso rimbombante, pero eso no hace que una persona sea buena o sea mala.

Hemos conversado antes que son tres los factores que definen realmente a un ser humano. No importando mucho el orden de los mismos, partimos con la verdad.

La verdad se expresa a través de la palabra. Cuando escuche a alguien que realmente le llamó la atención, trate por todos los medios de averiguar qué tan consecuente es con su historia de vida. Muchos ocultan un pasado espeluznante y usted arriesga no necesariamente su vida con él, pero sí una gran decepción.

Sigamos con la belleza. La belleza se expresa a través de los actos, no de características físicas. Si usted es generoso y dona algo a alguien que lo necesita, no es bello que se saque una selfie con quien recibió su apoyo. Si no es posible guardar tanto el secreto, entonces evitará hasta donde pueda la publicidad. Desconfíe de aquellos que le regalan algo y lo suben a sus redes sociales.

La bondad puede ser una de las cualidades más difícil de ver porque las oportunidades para verla, realmente, son escasas. Las personas bondadosas lo son desde el corazón, y el corazón no se ve. Generan su actitud muy en su interior y dan sin pedir nada a cambio.

Se vienen elecciones. Cuando escuche a alguien publicitando su propia persona hágale la prueba de la blancura. Revise usted si dice la verdad mirando su pasado, vea su belleza en sus gestos al saludar o al mostrar empatía con el prójimo. La bondad también puede ser observable pero no a través de la persona. De esa bondad sólo se enterará a través de su entorno y mucho cuidado con los auto referentes.

Muchos se llenan la boca llamando a la unidad de los sectores, cuando en realidad han tenido la historia y las decisiones en sus manos durante décadas y han resultado en un verdadero fracaso para nuestra sociedad. Lo que escribieron ayer lo borran con el codo hoy. No caigamos nuevamente en la vorágine de una dialéctica tóxica, ni en bellezas superficiales ni en bondades que compran votos.

Equivocarse, como en algunos casos de los mencionados, no tendrá malas consecuencias. Pero en otros resultaron un verdadero desastre, con hambre, miseria y muerte incluida.

Antes de tomar una decisión use sus capacidades para elegir al candidato correcto. Tómese unos minutos y dígase, UNIDAD, SÍ, PERO ¿CON QUIÉN????

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