Freddy Blanc Sperberg
Consejero Nacional PRCh
Si hay algo que se debe destacar es la siempre presente figura femenina en la historia del hombre. Con todos los temas que se pudieran reconocer, destacar, criticar, lamentar y jurar corregir, la verdad es que las mujeres han estado influyendo fuertemente en el desarrollo de la humanidad.
Mi recuento, entonces, en el celebrado día de la mujer, es un homenaje no sólo a la mujer per se, sino a todas aquellas que casi son olvidadas bajo un discurso crítico y acciones rimbombantes contra el género del varón, a esas que, contra todo lo que era propio en esa etapa del desarrollo de la humanidad, brillaron con fuerza propia y lograron destacar por sí mismas.
Saltándonos a muchas de antes y también de durante, veamos algunos nombres que nos guarda la historia, pero cuya grandeza es injustamente casi ignorada.
El último faraón del Antiguo Egipto no fue un hombre, sino una mujer Cleopatra. Educada, culta y políglota, Cleopatra alcanzó gran notoriedad como política. Firmó alianzas con los más poderosos líderes de la época y gobernó con perspicacia para asegurar la estabilidad y la solvencia financiera de su país con diversas iniciativas económicas. Pese a una imagen de seductora, algunos autores la describen como una reina científica, filósofa y alquimista.
Marie Curie fue la primera mujer ganadora de un premio Nobel, la primera persona distinguida dos veces con este galardón, el de Física en 1903 y el de Química en 1911, y todavía hoy es la única científica con dos Nobel.
Doctorada en 1945, Rosalind Franklin estudió física química en Cambridge y contribuyó de forma decisiva al descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN. Mediante la técnica llamada cristalografía de rayos X capturó una imagen de la misma.
Entre las mujeres más importantes en la Historia, por ser la primera ministra musulmana elegida en un país islámico como Pakistán, figura Benazir Bhutto. En sus dos períodos como primera ministra de ese país, 1988 a 1990 y de 1993 a 1996, abrió el camino para la igualdad de las musulmanas en ese país. Su asesinato, en 2007, conmocionó al mundo.
En nuestro país también abundan las mujeres que no necesitan que las iluminen para brillar, lo logran por sí solas.
En 1880, Eloísa Díaz postuló a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, después de una ley que permitía por primera vez el ingreso de mujeres a dicho centro de estudios superiores. Fue la primera mujer chilena que se graduó como médico en 1886 y fue premiada en varias oportunidades, llegando a ser la mejor alumna en clínica médica y en obstetricia.
En 1892, Matilde Throup Sepúlveda fue la primera chilena y sudamericana en titularse como abogada. Su ejemplo fue invocado para permitir que se titularan las primeras abogadas en Bélgica y Argentina.
Aviadora chilena nacida el 12 de diciembre de 1918 en Río Bueno, Margot Duhalde fue la primera piloto de guerra del país, que piloteó aviones junto a la fuerza aérea británica para luchar contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Voló alrededor de 60 tipos de aviones distintos, cazas y bombarderos entre otros.
En 1919, Justicia Acuña Mena se convirtió en la primera mujer ingeniera en Chile y Sudamérica. En 1913 ingresó a la carrera de ingeniería en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, siendo la única mujer entre todos los estudiantes de esa facultad.
Escritora, María Luisa Bombal es considerada una de las primeras exponentes de la novela contemporánea latinoamericana. Fue condecorada con el Premio Ricardo Latcham en 1974, el Premio Academia Chilena de la Lengua en 1976 y el Premio Joaquín Edwards Bello en 1978.
Escultora chilena, Premio Nacional de Artes Plásticas 1970, el talento de Marta Colvin fue reconocido mundialmente con la obtención de premios en importantes eventos en Europa, Asia, los Estados Unidos y Sudamérica y el emplazamiento de sus esculturas en distintos países.
En 1935 Herminia Aburto fue la primera mapuche en presentarse como candidata a un cargo público en Chile. Postuló a regidora de Temuco en las elecciones municipales de ese año, primera elección en donde se ejerció el sufragio femenino.
Con 60 años, María Angata lideró una revolución en la isla de Rapa Nui, saqueada permanentemente por colonizadores peruanos y chilenos. Organizó a su pueblo para alzarse en una revuelta contra la Compañía Explotadora de Isla de Pascua.
Irene Morales fue una militar, sargento segundo y cantinera del Ejército de Chile de la Guerra del Pacífico. Se disfrazó de hombre para reclutarse en el batallón del 3º de línea, y tras ser descubierta fue aceptada por su gallardía.
Javiera Carrera, patriota chilena que fue crucial en la lucha de la Independencia de Chile. Bordó la primera bandera patria, conocida como la bandera de la Patria Vieja.
Inés de Suárez fue la primera mujer española en establecerse en Chile. Integró las tropas de Pedro de Valdivia y participó de la fundación de Santiago en 1541. Tras el ataque de Michimalonco decapitó a siete caciques, hecho que implicó la retirada de los indígenas. Sobrevivió a todos los conquistadores con los que llegó al país.
La lista es larga y el tiempo corto, tan corto como para dejar establecido que la mujer siempre ha sido relevante en todos los campos del desarrollo de la especie.
Sus capacidades no se ponen en duda y son, justamente, lo que las hace diferentes de los hombres, ni más ni menos, sólo diferentes.
Vaya todo el reconocimiento de quienes vemos en ellas a la pareja ideal para transitar por la vida y, junto al fruto del amor y la biología, trascender en lo que será nuestro paso por la Tierra. Solos, no somos nada.
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