Freddy Blanc Sperberg
Consejero Nacional PRCh
Mientras Viña, Quilpué y vastas zonas se quemaban y, de paso, morían más de 130 personas, el gobierno nombró a 95 jueces. Quizás eso no sería motivo de preocupación a no mediar que TODOS pertenecen al Frente Amplio y al Partido Comunista. Como siempre, el gobierno no respetó un acuerdo previo de nombramientos que era 50/50 en su origen político.
Nuevamente los “acuerdos” con los comunistas han desembocado en un abultado y desagradable objeto en el ojo.
Los comunistas siguen avanzando y es necesario hacer notar que el Poder Judicial no escapa a ello. Tal como en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte y otros de ideología totalitaria, la justicia también está ya en sus manos. Los guerrilleros y terroristas han declarado la guerra a nuestra civilización y usan muy bien los Poderes establecidos.
En un despacho informativo de hace unos días, la OTJ, Organización de Trabajadores Judiciales, informaba a sus integrantes lo siguiente: “El Presidente nacional OTJ, Marcelo Acevedo, y los dirigentes OTJ Regional Santiago, Daniel Urrutia y Claudia Valencia -presidente y vicepresidenta respectivamente- solicitaron este martes 16 de enero, un encuentro con el relator del pleno de la Ilustre Corte de Apelaciones, quien se negó a recibirlos. En su lugar, los representantes fueron recibidos por el Presidente de la Ilustre Corte de Apelaciones, Juan Cristóbal Mera, quien -para sorpresa y pesar de sus dirigentes (de OTJ)- cuestionó la creación de organizaciones que representen los intereses de las y los trabajadores judiciales. Los dirigentes OTJ fueron enfáticos en la existencia de la libertad sindical y su aporte al desarrollo democrático de las instituciones”.
Manifiestan, en la misma, que: “OTJ seguirá impulsando su agenda en defensa de las y los funcionarios del Poder Judicial, aun cuando existan quienes no reconozcan el valor de la organización sindical”. Resumen, la añeja, fracasada y nefasta ideología marxista presionando desde dentro en la institución que debiera velar por justicia para todos.
Daniel Urrutia, juez de la República y miembro de OTJ, en un nuevo acto repudiable de los varios que acumula se enfrenta ahora a toda una institución.
Destacable es la férrea posición adoptada por Gendarmería y el valor de sus Jefes de salir ante la Televisión abierta defendiendo, contra viento y marea, sus funciones y la integridad de la institución. Es que resulta más allá de lo increíble que un funcionario público que, supuestamente, debe participar en la administración de justicia, se pase varios pueblos y muestre abiertamente que su ideología lo supera. Esto cae en lo inaceptable y Gendarmería hizo lo que le corresponde, a diferencia de otros integrantes del sistema que, sencillamente, hacen vista gorda y se suman a la basura ideológica que se ha transformado en una metástasis en ese Poder del Estado.
El otorgar beneficios a delincuentes de alta peligrosidad, además de darle acceso a medios que pueden implicar grave riesgo para el personal, el recinto, otros internos y una cantidad de posibles víctimas cuyo número es imposible determinar, resulta incomprensible si no se considera una severa anormalidad mental.
Al caso de los beneficios a miembros del Tren de Aragua en el que, incluso, llegaba a la sensual ridiculez de ordenar el traslado de Leydi Martínez Moreno, presa en otro recinto penitenciario, para se reuniera con su pareja, Rafael Vielma, y tuvieran sexo en un lugar adecuado y resguardado por Gendarmería, se suman una larga lista que involucra auto asignación de causa para interferir en un caso delicado, además de la liberación de casi todos los delincuentes de la insurrección del 18 de octubre de 2019, entre varios más donde el único factor ausente es el sentido común, normas morales incluidas y la presencia dominante del fanatismo.
La negativa de Gendarmería a cumplir de inmediato la imbecilidad ordenada provocó la furia del mentado juez e insistió en el cumplimiento de la orden manifestando: “…el tribunal sigue con la orden de que dentro de los próximos días a partir del viernes pasado, se deba realizar la visita íntima de Leydi Nelly Martínez Moreno…”.
Es importante mencionar que los abogados de Gendarmería buscaron que no se ejecutara la orden, pero él les respondió con un verdadero portazo y, adivinen quien estaba presente y apoyó al juez…. sip, el infaltable, innombrable y tóxico INDH, entidad encargada de proteger a delincuentes, terroristas y narcoterroristas y también de atacar con todo a las FFAA, Carabineros, PDI y Gendarmería en concomitancia con los fiscales Armendáriz y Chong, entre muchos otros. “Cerremos por fuera y que cada uno haga lo que quiera”, fue la célebre frase con que el comunista y juez de la República Daniel Urrutia cerró los reproches a Gendarmería ante las trabas para las “necesidades” y pasiones de sus socios.
No es que algo esté funcionando mal en el Poder Judicial, es que todo está mal. Jueces trabajando para delincuentes de alta peligrosidad, para narcoterroristas y terroristas, Ministros que se suicidan por haber sido descubiertos en delitos, compra de lujosos autos a través de resquicios y en un contexto nacional que lo hacen algo insólito, fiscales que llevan 10 años “investigando” causas que ya prescribieron, otros fiscales a quienes el juez les da muchos meses de plazo para investigar el robo de un celular, incluso con el delincuente que ya pasó por el tribunal y quedó libre, sanciones extraordinarias por presunciones jurídicas y libertad para un homicida sólo por ser Senador de la República, unos acusados de agresión sexual y otros que disponen exponer la identidad de testigos protegidos. ¿Faltan casos por mencionar? Claro que sí, pero necesitaríamos un verdadero libro. Desgraciadamente, los “cuadernos de remoción” son archivados, al parecer, en un canasto de mimbre que diariamente limpia el servicio de aseo.
Larga es la lista que provoca preocupación respecto del verdadero rol que está cumpliendo el Poder Judicial, al verse envuelto constantemente en situaciones reñidas no sólo con la ley, sino también con la moral. Por acción o por omisión, todos ellos son responsables del desastre que ocurre en nuestro país.
Concuerdo con la declaración del Subsecretario Monsalve, en el sentido de que el juez Daniel Urrutia se ha convertido en un verdadero peligro para la seguridad nacional, pero se quedó corto. Todo el sistema merece el mismo comentario, repito, por acción o por omisión.
Creo que la única forma de parar las aberraciones es hacerlos también responsables de los actos delincuenciales de los reincidentes, porque es su responsabilidad que aún transiten libres. No es justo que inocentes sigan pagando errores de criterio de un juez que, definitivamente, no aplica ni justicia ni actúa con moral, importándole un rábano las consecuencias que tendrá su pasión ideológica para los ciudadanos.
Hoy, a los funcionarios judiciales les falta sólo superar la mortalidad para ser verdaderos dioses. Más que un poder independiente, se ha transformado en un poder omnipotente. Entre ellos se permiten todo y el Poder Legislativo no hará nada. Si el Poder Ejecutivo es también parte del problema ideológico que afecta al Poder Judicial, ¿quién pondrá el cascabel al gato?
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