Freddy Blanc Sperberg
Consejero Nacional PRCh
La pasada semana resultó noticiosamente perfecta para un masoquista, y de los más graves.
Ya el domingo 11 de junio la empresa Cadem anunciaba la estrepitosa caída de la aprobación al Presidente. Curiosamente, fue la misma empresa de encuestas que, apenas una semana antes, le dio una potente subida luego de la bullada, fantástica, extra híper estelar y divina Cuenta Pública, difiriendo con otras dos encuestas no contratadas por el Estado para el efecto. Esa precipitación se refuerza ahora con la nueva caída de 3 puntos en el sondeo del 18 de Junio donde, nuevamente, SE vuelve a la ubicación representativa de la izquierda histórica, la que nunca ha sido ni nunca será superior, aun cuando los votos presentados en porcentaje pudieren inducir a algo mayor.
Continuamos con Andrés Montero quien, en una publicación del 11 de junio, nos habla de los GRANDES VAGOS INTERNACIONALES. Comprende este un grupo de gente que deambula por oficinas de la ONU y sus sucursales, haciendo lo que nadie sabe que hacen, pero con las lucas de quienes todos saben. Encabeza dicha nefasta lista la señorita Bachelet quien, rodeada de muchas más de su camada, transita por los países del mundo y por las oficinas onuístas como Pedro por su casa, aun cuando desde la Oficina de ONU mujer fue despedida por parcialidad ideológica, inoperancia y descarado apoyo a regímenes condenados en todo el orbe. Dable es exponer que ese “despido” fue propiciado por más de 260 organizaciones de DDHH del todo el mundo donde, evidentemente, son muchos más decentes que las organizaciones nacionales coludidas con nuestro Poder Judicial.
Asimismo, nos enteramos de que en el Anteproyecto Constitucional la Comisión de Operadores Políticos han suprimido la palabra “moral” (Art. 19, 21), reemplazando esa vital palabra por “salud pública”, como si ambas tuvieran una relación, parecido o similitud de significado. Resulta bastante inmoral por parte de los “expertos” que no les guste la palabra “moral”. Muy mala señal de la clase de expertos que son y su visión de sociedad.
Por su parte y en un grave hecho, en un Colegio de Talcahuano niños de 9 y 10 años son abusados sexualmente por funcionarios de los Ministerios de Salud, en los hechos, y de Educación, como cómplices. La responsabilidad sobre lo que ocurre con los alumnos en el Colegio cae en el Encargado y en los profesores. En consecuencia y siendo en la actual legislación un delito, esperemos que las instituciones funcionen y todos terminen donde deben, presos. En el tema, hace un par de años un periódico internacional reveló que la ONU emplea en sus tareas 3.300 pedófilos, a quienes recae responsabilidad de 60.000 violaciones en los últimos 10 años. Cosas que sólo ocurren cuando ni la moral ni la ética son tomadas en cuenta y sólo cuenta el poder para hacerlo.
En otro caso, mientras mueren varios niños en el Continente, la encargada del manejo de camas pediátricas y su grupo visitan Isla de Pascua para “trabajar el modelo insular intercultural”. Consecuencia, no quedó nadie atendiendo la oficina ni los llamados, aun cuando el país se encontraba en plena crisis. Cayó el Subsecretario y la Ministra salvó raspada, aunque su incapacidad quedó en evidencia pero eso la tiene sin cuidado. La vergüenza no es atributo de los totalitarios.
En tanto en la zona norte una Diputada de RD dice que no tenía idea de que su pareja se adjudicó proyectos por más de $ 400 millones, en circunstancias de que el Seremi también pertenece a su Partido. Hace responsable a dos hombres adultos de sus actos y niega propia participación en lo sucedido, esperando que el viejo dicho comunista haga su pega, “miente, miente, que algo queda”. Se van el Seremi, se va el cuestionado y probablemente también tome pista el Presidente de la Cámara de Diputados, pero acusa de “error político” y no acepta que los hechos son, por decir lo menos, inaceptables éticamente.
Por los mismos días, nos enteramos de la insistencia de la izquierda de imponer la “ley mordaza” sobre los chilenos, respecto de acontecimientos históricos ocurridos en nuestro país. Dicho acto de autoritarismo y abiertamente dictatorial, propio de países comunistas, pretende negar los orígenes de los sucesos, ocultar a los que los provocaron y culpar a quienes restablecieron la democracia, hechos que tuvo costos de ambas partes pero que la ex derecha chilena y la DC se han encargado de desconocer, ocultar y, además, de hacerse cómplices en falacias jurídicas para culpar al gato de haber sacado las castañas del fuego.
Hacia el fin de semana cae a la cárcel un ex Alcalde cuyos delitos, al parecer y aun cuando todo está en etapa de investigación, son muy similares a los cometidos por otros Alcaldes en otras partes del país pero, curiosamente, no son de la misma corriente política. Resulta llamativo que los presos sean todos del mismo lado, aun cuando en realidad son del centro. Lo correcto sería que cayeran todos los “malos” pero, evidentemente, no existe voluntad política para ello.
Desde Italia llegan los fallos de una Jueza del Tribunal de Garantía quien, en un acto no cuestionado aún por sus pares ni por su padre, Ministro de la Corte Muñoz, desarrolla desde otro país a miles de kilómetros de distancia una tarea que, por ley, debe cumplir en forma presencial y en el peor de los casos, como la pandemia, desde su domicilio. Ella no ha cambiado su lugar de residencia, pero al parecer a nadie le importa, ni a su padre ni a otros jueces probablemente atemorizados por el poder del citado dentro de la Corte, imbuido de poder político sin límite, omnipotente.
Faltan muchas noticias similares, pero no quiero abusar de la tolerancia de los lectores y menos ser acusado de inducir al suicidio.
.