Claudio Moran Ibañez
El reciente y casi silenciado episodio de cancelación del programa “Sin Filtro” de nivel nacional, evidencia la creciente censura que día a día sufrimos los ciudadanos de Chile y el mundo- del cual no podemos pretender somos algo aparte-, censura que parte por la desinformación ya que los medios abiertos parecen de malabaristas que hablan y hablan de lo que no saben y dicen nada, ocultamiento de información relevante autocensura hasta por miedo a evidenciar discrepancias, y ahora ya las presiones para silenciar programas y personas que incomodan. Tere Marinovic también lo siente, por llamar a votar en contra se le fueron auspiciadores. Estoy consciente que también incomodo a muchos, así que aprovecho de opinar hasta que los poderes fácticos me lo impidan. Sabemos aunque nadie lo diga, que se está imponiendo en el planeta un nuevo orden mundial- lo dijo Biden hace poco- y ello comenzó con los cambios culturales y de conceptos que conforman la doctrina globalista. Por ejemplo, ¿qué autoridad en Chile ha siquiera explicado al país en qué consiste la agenda 2030 de la ONU y cómo nos afecta? ¿Aparte de las manifestaciones parciales viscerales de los personeros de este gobierno, quien ha explicado realmente los alcances del conflicto de medio oriente, de la guerra de Rusia-Ucrania, y la de China-Taiwán? ¿Sabe Ud. del triunfo judicial de Robert Kennedy Jr. y en qué consiste? ¿Quién dio alguna explicación siquiera de cómo se ha gestado el proceso político chileno de hace ya más de cuatro años, lo que viene o puede venir? Todo se ha hecho en forma ilegítima, pocos lo decimos, y ya estorbamos.
Porque pese a que el país sufre enormes flagelos, el tema del momento es la propuesta de nueva constitución. Que si se va a votar apruebo o en contra. Pero todo se toma a la ligera: sabemos la economía del país está estropeada, no solo no crece sino se reduce. Lo que no se dice que el gobierno no quiere haya crecimiento sino lo contrario, ya que pregonan una redistribución a través de un nuevo Estado globalista seguidor de patrones internacionales, luego, la economía nunca va a mejorar mientras no exista un cambio político profundo. Sabemos hay un crecimiento exponencial de la delincuencia y la inseguridad, lo que no se dice es que esto es lo peor de la historia por el desarrollo del crimen organizado, es decir, organizaciones criminales que se insertan en casi todas las actividades del país. Pero nadie le dice que en los conceptos del “progresismo” gobernante, el delincuente no debe ser perseguido ni aplastado, ya que es solo víctima del sistema capitalista. Y que la revolución que eso es la insurrección gatillada el 18-O sus actores comenzando por Gabriel Boric, creen que la revolución se hace con el lumpen y el hampa. Y así fue, fueron premiados con pensiones de gracia. Tampoco le dicen que como el “progresismo” y globalismo propugna la desaparición de los Estados nacionales a través de la agenda 2030, postulan y concretan las “fronteras abiertas” como política internacional de redistribución de riqueza (sin preguntarle a nadie si está de acuerdo). Luego, el problema migratorio global que sufre Occidente es generado ideológicamente. Obvio que los que crearon el problema en Chile, no lo van a solucionar. Y tampoco le dicen que la nueva constitución es un paradigma del globalismo y de la izquierda mundial, y Chile no es más que el experimento. La Onu propugna que cada generación debe tener su constitución, total, si será el orden mundial el que gobierne, no cada nación, no necesitan algo serio. Ese globalismo, no la cáfila de ignorantes de la ultra izquierda chilena, el causante del desastre constitucional, y deben lograr una nueva constitución a cualquier costo en Chile. No resultó la de izquierda, ahora saldría por el lado de la derecha que hace rato claudicó de los valores e intereses nacionales y occidentales. Una constitución “habilitante” que permita seguir cambiando el modelo social y cultural, y un gran triunfo del PC que cambia la “constitución de Pinochet” por cualquier cosa, es un gran comienzo, sobre todo porque todos se obnubilan por los “derechos” y no se fijan que así se amarra a Chile supeditado al nuevo orden mundial anunciado por Biden, Schwab, Maduro. Total, si se cede soberanía a la ONU, ¿qué importan las potestades y derechos declarados en un pobre país como el nuestro? Las decisiones y el control se tomarán afuera, adornadas el primer tiempo, de intereses altruistas y humanitarios, cambio climático y otros mantras. Estas son las grandes mentiras y mitos encubiertos detrás del proceso constituyente en progreso, se quiere hacer creer a la gente que las cosas mejoraran después de su aprobación, cuando el proceso es un fin en sí mismo, el cambio, no el contenido ni sus efectos. Un país dormido va cayendo por un precipicio. Para que no despierte, aquí viene la censura, empresas y políticos que no quieren disidencia.
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