Claudio Moran Ibáñez


“En mi gobierno se podrán meter los pies, pero no las manos”. (Salvador Allende)
“Somos la continuación histórica del gobierno de Allende” (Gabriel Boric).

Hace pocos meses, escribí una columna bajo el título de “la izquierda neoliberal”. Quizás hoy se entienda mejor lo que quise decir. Si ese extraño concepto de “neoliberal” significa estar motivado y movido por el afán de lucro personal, lo descubierto como algo lógico de este proceso es demostración que los jóvenes -y otros no tanto-revolucionarios de este gobierno, están tan motivados y determinados por lo mismo que los demás sectores de la sociedad y del esquema político, que los cambios “estructurales” son solo una vil excusa y cortina de humo para la codicia y la ambición de lucro detrás de esa apariencia ya no creíble, de que la pandilla gobernante, ese “Frente amplio” detrás del que está el partido comunista, no son los pretendidos “iluminati” chilensis, personas “adelantadas” como dijo Boric, de “superioridad moral “ como dijo su socio Jackson. Es que ese supuesto “progresismo” no es más que la intención decidida de destruir el mundo y nuestro país, pero enriqueciéndose a costa del capitalismo al que dicen aborrecer. ¿Alguien con un dedo de frente puede seguir creyendo tanta estupidez y mentiras? Es por eso que han lanzado su proyecto de “ministerio de la verdad” como Comisión contra la desinformación…Pero evidenciándose además del fracaso, la mentira, y que este gobierno solo es de ambiciosos de bajo nivel moral e intelectual, laboral ni hablar mejor, y que lo único honesto seria renunciar e irse a la casa, aunque sea la de los padres, recuerdo que la honestidad no solo no está de moda, es concepto desconocido en el Chile de hoy. Al final, todo se trataba de enriquecerse y a su sector, defraudando al Estado que controlan.

Es que no solo son las fundaciones que captan miles de millones, son los 94.000 empleos públicos creados por ese mago financiero de Marcel, que logró sacar fondos en medio de un fisco arruinado de un país que no crece. Desesperado porque ahora no le saldrá su aumento de impuestos, no sabe cómo sostener tal nivel de más empleos a los partidarios de esta aberración histórica que evidencia es el actual gobierno. Pero algo habrá que hacer, los logros están a la vista, el gobierno no baja ya del 30% en las encuestas, sino estaría en su piso de primera vuelta electoral, 25%, que corresponde a los fanáticos cuya visión del mundo es la de estos iluminati del latrocinio. Porcentaje que esperan acrecentar pese a todo, hasta llegar a un punto en que se sumen las nuevas generaciones deconstruidas por sus ideologías pervertidas, y cuando mueran las generaciones más antiguas, por simple efecto de reemplazo serian mayoría. El pésimo manejo de la pandemia, la destrucción de la educación en parte por la manipulación de un magisterio preponderantemente marxista, y en otra parte por una incultura colectiva incapaz de entender su importancia, han producido nuevas generaciones analfabetas y disfuncionales, que nos aseguran un negro panorama y futuro, si es que queda algo. De todas maneras, nuestro país va a un fracaso de siglo.

Si queda algo de lógica y racionalidad, este gobierno debería terminar aquí y ahora. El gran problema es el reemplazo, porque las ambiciones personales y de grupos son muchas, entre las mismas personas culpables de haber producido la situación que sufrimos. Hay que nunca olvidar que, si existe un Boric y este gobierno, es porque antes existió un Piñera y un Chile Vamos. Debe construirse rápida y seriamente una alternativa política que asegure no seguir en esta anomia y anarquía, y superar las múltiples falencias. La lógica dice que los que crearon culpablemente un problema, no serán capaces de corregirlo y arreglar los daños. No necesitamos iluminati de otro signo ni un mesías electoral, requerimos equipos de personas honestas y brillantes de verdad, íntegras e incorruptibles. Y aunque estoy convencido que por integridad hay que rechazar esta falacia de la nueva constitución, es evidente que, además de entrar a cambiar una elite agotada en la historia, hay que cambiar este régimen presidencialista centralista obsoleto y corrupto. No más fusibles presidenciales, es imposible que el jefe de gobierno no este enterado y haya aprobado estos desastres y latrocinios, no podemos seguir teniendo un jefe de Estado irresponsable que “se entera por la prensa”. También por esto Boric debe irse ahora, no sigan jugando con Chile.

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