Claudio Moran Ibáñez
La tragedia de Chile deriva de tener una clase pseudo dirigente mediocre y egoísta, divorciada de la realidad de las personas verdaderas, con las cuales se llenan la boca, les estafan el voto y se llenan los bolsillos. Y hoy nuestro país acrecienta la distancia entre el país real y otro virtual y simulado que es lo que se muestra y se quiere hacer creer y pensar. Y es ese país real, que no tiene voz, porque ni siquiera sus supuestos representantes, léase diputados y senadores, les interesa hablar por ellos, esos “honorables” tienen su agenda propia muy distante de sus votos cautivos, esa gente, nosotros las grandes mayorías, después de casi cuatro años de pesadilla, clamamos, ¿Por qué nos robaron nuestras vidas?
Esa “masa” de ciudadanos que nos levantamos temprano para trabajar o estudiar o ambas cosas, pagamos impuestos, cuidamos nuestras familias y creemos en ellas, rendimos culto a Dios, respetamos y honramos nuestros símbolos y nuestra Patria, que nos enorgullece con toda su historia, y nuestra cultura, debemos soportar a diario y a cada rato, y ya por años, como se nos falta el respeto en nuestras creencias, nuestros valores, nuestra libertad, que nos han robado la esperanza, el futuro, las aspiraciones, los sueños. Hasta nuestra manera de hablar y de pensar, todo se deforma y se restringe, en pos de una ideología de género, un feminismo enfermizo, y de un globalismo o multilateralismo normativo que impone pandemias, cambio climático, fronteras abiertas, protección al delincuente y al inmigrante, al terrorismo, porque las malas personas ya no son malas, son “víctimas” de una sociedad injusta. Nuestro país ya no lo es, son varios territorios, varias culturas y naciones, mientras escándalos de corrupción se destapan a diario, de políticos de izquierda y de derecha, casi todas las semanas algo nuevo. Sí, Chile es un país de ladrones y de corruptos, en que todo se niega, por eso van a cancelarnos de la Visa Waiver los americanos, Chile protege a sus delincuentes y no entrega su información para que vayan a robar a USA y a Europa con tranquilidad.
Estudié en el mejor liceo de Chile, al igual que muchos presidentes, científicos, profesionales, institución de la República hoy destruida y a propósito, que da vergüenza. Estudié en la más antigua y mejor Universidad, gratuita por cierto y por eso costaba mucho ingresar y mucho más egresar. Hoy es un resumidero de “progres” en que la rectoría reta a los académicos que no usan “lenguaje inclusivo”, tanto así que la convención constitucional del mamarracho sesionó ahí y su ex rector, fanático de Boric y de esta revolución, hoy es embajador en Italia.
Los chilenos estamos sujetos cual alumnos tarados que repiten curso, a un nuevo proceso constituyente que nadie pidió, y que no se necesita. Finalidad obvia, supeditar el orden jurídico chileno al orden internacional, pero obvio nadie lo dice ni quiere decirlo. Al grosero aumento de impuestos para que la clase política y el gobierno sigan profitando, tirando bonos y transfiriendo a fundaciones ideológicas , se le llama ya ni siquiera “reforma tributaria” sino “pacto fiscal”, hasta un ignorante sabe que en recesión no se pueden subir impuestos sin graves daños, más aún, a la economía. La delincuencia realmente no es perseguida, porque la izquierda gobernante llego ahí gracias a grupos de delincuentes, y no los van a perseguir ni aniquilar menos, porque la izquierda cree que la delincuencia no existe, es creación maléfica del “sistema capitalista” y al terrorismo menos, si es una de las patas del sistema en construcción, al igual que en otros países como Colombia, los terroristas llegan a ser presidentes, y al actual grupo de gobierno solo le alcanzó para marchar en manifestaciones que destruían en las calles, ya viene otra generación más violenta y decidida, dentro de ese 30% que dicen las encuestas, mientras destruyen el futuro y degeneran a miles de niños y adolescentes. Y ahora viene lo mejor, el comienzo de la censura oficial, la “comisión contra la desinformación”, con aureola científica, dirigida por la comunista Camila Vallejo. Y ahí, supuestamente al otro lado, una oposición mediocre, egoísta y cobarde que no se atreve siquiera a hablar de estos temas. ¿Alguien se pregunta con qué derecho le quitan la vida a una persona? Porque el delincuente callejero te mata de una, pero esta clase política se reviste de legitimidad, y lo hace más lentamente, el resultado es el mismo. Nadie defiende a Chile y sus ciudadanos, no hay a quien reclamarle.
¡Devuélvannos nuestro país! ¡Devuélvannos nuestras vidas!
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