Claudio Moran Ibáñez


  En Chile no existe oposición política al actual gobierno: se dirá por los señalados, léase “centroderecha”, que en “democracia” … bla, bla, blá., un largo etcétera para justificar la cobardía, la falta de convicciones y los intereses personales, para en definitiva no hacer nada. Y por lo mismo ser cómplices ni siquiera pasivos de la nueva vía chilena al socialismo.

  Este gobierno llego a tal por doble vía, la violencia y el engaño. Sí, porque a pesar del amedrentamiento colectivo llevado a cabo por el “octubrismo pandémico”, la gente habría votado en contra si hubiera conocido a tiempo la total identificación de la pandilla de Boric con ese engendro de proyecto de nueva constitución que se trató de establecer principalmente para crear un régimen político que les permitiera perpetuarse en el poder al estilo de regímenes como Venezuela. Eso les falló, por el momento, pero en todo lo demás ese gobierno derrotado en lo constitucional y como proyecto político, se ha puesto decididamente a implementarlo, y va avanzando paso a paso con la colaboración increíble de quienes por años han hecho gárgaras con manidas frases como “democracia y libertad”, “sociedad libre” y muchas otras frases huecas. En un chat en que estoy, un conocido trató de “defender” a un viejo político “de derecha” … ¡que ingenuidad! Este periodo de nuestra historia está sirviendo para que todos se saquen las caretas, y la inmensa mayoría de los “políticos de derecha” han evidenciado que carecen de valor y convicciones, todo fue discurso vacío en el pasado, hoy de frentón es traición a su electorado. El espectáculo que está dando la “derecha” es deplorable, si no solo es el nuevo acuerdo constituyente, nadie de ellos realmente saca la voz contra las tropelías de este gobierno que claramente apunta y dispara a la deconstrucción de todos los aspectos de nuestro país -ahora se sumó el término de la zona franca de Iquique-, porque como lo hemos dicho hasta la saciedad, ellos, el gobierno de Boric y el PC no vinieron a hacer prosperar a Chile sino a destruirlo y transformarlo en nuevo modelo de socialismo.

  La mal llamada oposición sabe que el gobierno está destruyendo al país, no solo por no enfrentar y menos solucionar los ya inmanejables problemas, sino que también sabe que ese proyecto fracasado fue un intento serio de destruir el sistema de democracia formal que tenemos. Derrotado el proyecto fue derrotado el gobierno, el único acuerdo constituyente con la oposición debió ser negociar normas transitorias para la renuncia de Boric y cambio rápido de gobierno, un plan “de escape” de la situación espantosa que vivimos. Al contrario, nos robaron- “Chile Vamos”-ese 62% y reavivaron la revolución ya derrotada.

 Cuando se observa a carabineros humillados luciendo pinturas LGTBI+ en sus vehículos, uniformes playeros sin grado, y el eslogan de “Carabineros de todos” (al menos no de “todes”) en vez de “Carabineros de Chile” como es su nombre, advertimos a que punto ha sido la negociación y entrega de su alto mando a la izquierda deconstructora. Sumado a casi todas las demás instituciones del país en ruinas. Mientras el “tren de Aragua” y el crimen organizado usa armas de guerra, a “Carabineros” les pasan “pistolas traumáticas” es decir, meros balines. No he escuchado a ningún parlamentario “de derecha” protestar y enfrentar esta ridiculez “progre”. Pero la “derecha” hace gárgaras con el tema de seguridad, ¡les importa tan poco como al gobierno!

 No lectores, en esta época de disolución nacional, los parlamentarios de oposición tendrían un papel fundamental, pero para eso deberían tener ideas, convicciones y valentía, salir a enfrentar a los enemigos de Chile, teniendo el norte claro que el fin es hacer terminar este gobierno antes que este termine con Chile. Pretender que estos son tiempos de democracia, de acuerdos y esas quimeras, es solo demostración de cobardía e irrealidad. Y las consecuencias ya las estamos viendo, pero lo que vendrá por muchos años más…cada año que pase con esta situación repercutirá por décadas si es que logramos salvarnos como país. En cambio, ¿Qué tenemos? Contubernio con el gobierno con acusaciones constitucionales, y contemplando como nuestro país se muere. Ellos cobran sueldo igual.

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