Remigio Pardo
Un apresurado homenaje que realiza el gobierno de Boric, erigiendo un monumento a Gabriela Mistral en plaza Baquedano, como conmemoración a la primera mujer chilena en obtener el Premio Nobel en 1945, es el evento más a contrapelo que se hace a la poetisa, ya que ella siempre fue muy clara, y lo expresaba así "... que me reconozcan por mis escritos y no a través de mi persona...".
Y como es usual en Chile muchos ignoraron su obra, es cuando este evento llama la atención al igual que el tardío reconocimiento que se le hizo años después de obtener el Premio Nobel de Literatura en 1945, y solo después que el mundo la homenajeara, sus pares recién le confirieron acá en Chile el Premio Nacional de Literatura en 1949.
En vida siempre tuvo "el pago de chile", siempre se la ignoró o se la criticó.
Gabriela Mistral, nació en 1889 en Vicuña, lugar que en esos años era un pequeño y lejano villorrio cordillerano. Recordemos que en aquella epoca solo había tracción animal y los caminos eran intrincadas sendas de tierra. Chile vivía años turbulentos, tras la guerra de 1879 y la guerra civil 1891.
Desde muy pequeña Lucila Godoy Alcayaga, que era su nombre de nacimiento, vivió en un pequeño caserío de nombre Montegrande, lugar atrapado por gigantescos murallones cordilleranos, en el valle de Elqui. Su madre fue costurera y su padre un maestro de escuela que abandonó a la familia cuando Lucila solo tenía tres años, evento que marcó su vida.
Lucila se crió en este caserío rural, en un hogar cristiano, con su madre y su media hermana que fue su maestra y una figura fundamental en su vida. Gracias a que ella era la profesora en la escuelita rural de Montegrande, Lucila compartió con niños y es ahí donde tempranamente descubre su vocación de educadora.
Lucila fue una niña retraída y poco agraciada que prefería la soledad y la naturaleza, lo que potenció su sensibilidad poética y su forma de ver el mundo. Aun cuando no tenía estudios formales, comenzó ejercer de maestra a temprana edad, mostrando una innata vocación por enseñar.
Esa vida introvertida, simple y solitaria le permitió descubrir las letras y estimular una visión social de la educación.
Lucila, la niña maestra, cuya escritura fue su mundo, en ese ambiente se desarrolla, lo que posibilita que en su adolescencia colabore con artículos para periódicos de La Serena y Ovalle, con el seudónimo de "Soledad" el que la retrata perfectamente.
De adulta, logra convalidar su experiencia como educadora, obteniendo el título de profesora. Profesión que la traslada por diferentes puntos del país y en donde su actividad literaria fue prodiga, obra literaria que vuela alto.
Gabriela Mistral, se mantuvo soltera y fue muy reservada de su vida personal.
Siempre combinó la poesía, en paralelo con la educación. Elementos que le abrieron las puertas de la diplomacia, siendo nombrada cónsul en varios países, en donde fue dejando un gran legado literario, en el que destaca por su defensa de la educación, de la mujer y la naturaleza.
Pero por sobre todo para Gabriela Mistral siempre su principal y profunda preocupación fueron los niños y la protección de la infancia. Pero, también se le reconoce por su defensa de los derechos de la mujer. Aunque fue muy crítica del que llamaba el feminismo de elites. El feminismo de Gabriela Mistral es social, con fuerte raigambre cristiano, ella les dio especial importancia a las mujeres trabajadoras y a las mujeres campesinas.
Muchos apuntan a que se debe priorizar solo la obra literaria de Gabriela Mistral, otros a que se debe considerar su vida personal
Sobre esto último, en sus cartas y escritos devela sus relaciones amorosas, su relación con Doris Dana. Asunto que por ser Gabriela Mistral una referente cultural significativa, es importante para el movimiento LGBTQ+ y para la lucha por la diversidad sexual, es así como se pretende que Mistral termine siendo un referente para el mundo woke. Y aquello sin duda es importante para éste gobierno y en especial para la ministra de la mujer, la zarina Orellana, que es quien lleva el pandero del movimiento radical feminista.
Pero debemos ser claros, la visión del feminismo del gobierno es muy diferente a la visión de Gabriela Mistral, que tiene una visión crítica de la incorporación de la mujer al mundo laboral ya que aquello, decía ella, provoca la pérdida del sentido de maternidad. Muy diferente a ese feminismo radical del presente que hoy tiene los pies en la calle; la razón de esto es que el feminismo ha sido capturado por la ideología de género y hoy es otra bandera de la izquierda en remplazo de la lucha de clases.
En relación a los jóvenes, Mistral abogó siempre por una educación respetuosa, con énfasis en la dignidad de cada persona, ella tuvo agudas críticas al sistema educativo y a la forma en que se impartía la enseñanza; cuestionó duramente la falta de empatía y pasión en la enseñanza, así como la falta de amenidad y alegría en la sala de clases. Muy contrario a lo que vemos hoy en las aulas o como el Colegio de Profesores hace uso político de ellas.
Y es acá cuando se debe enfatizar la visión y claridad que expone Gabriela Mistral en relación a la educación, y lo expresa claramente: ... "Me parece una calamidad el Estado docente, especie de trust para la manufactura unánime de las conciencias. Algún día los gobiernos no habrán sino de dar recursos a las instituciones y los particulares que prueben su eficacia en la educación...También pesó sobre mí el Estado docente, centurión que fabrica programas y que apenas deja sitio para poner sabor de alma" ...
Esta afirmación es una crítica certera a la educación estatal que incluso la denomina una "calamidad" ya que limita la libertad y al referirse al "trust" ella se refiere a que el monopolio estatal adquiere control educacional, lo que se presta para la manipulación de conciencia al uniformar la forma de pensar, dando cupo a la implantación ideológica.
Por eso, Mistral es taxativa en relación a que todos debemos involucrarnos en la educación, esto incluye a padres, educadores y políticos.
Y en relación a los políticos, Gabriela los critica duramente por su falta de compromiso con los más vulnerables. Es cuando no se puede mencionar a Gabriela Mistral sin recordar alguno de sus versos como:
Piececitos de niño,
azulosos de frio,
¡cómo os ven y no os cubren
Dios mío!
Poema que es un latigazo que estalla en defensa de los más desposeídos.
Son temas que dudo los hayan analizado los expertos de este gobierno, ya que para éste los niños no son prioridad, "ellos no votan".
Boric y sus amigos se han enceguecido por el poder y su ideología ante lo cual han ignorado justamente a los párvulos, a los niños. Y más que erigir una escultura, el verdadero homenaje a Gabriela Mistral, debería ser incrementar ayudas al niño en edad pre escolar, fortaleciendo las Salas Cunas y los Parvularios para que sean realmente universales y con ello se tiende la mano a tantas mujeres trabajadoras y campesinas, esa mano protectora que podría cobijar a aquellas mujeres y niños que hoy se encuentran a la deriva.
Gran aspiración de Gabriela, es que todos los pequeños estuviesen cobijados, protegidos; que es además el anhelo de miles de madres, que con dicho apoyo se sentirían "reinas", tal como ella lo escribiera.
La conmemoración de los 80 años a Gabriela Mistral, un hito importante que este gobierno precipitadamente lleva adelante con el fin de emplazar una "escultura icónica", antes de terminar su mandato y que será ubicada junto al General Baquedano, el héroe de Chorrillos y Miraflores. Será el momento de dar el merecido homenaje a quienes dedicaron sus vidas por sus ideales. A Gabriela por los niños, y al General Baquedano por luchar y hacer grande nuestra Patria.
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