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Pilar Molina


El PC sabe a dónde va, para lo cual la coalición del Presidente, Apruebo Dignidad, es el mejor alero por ahora. Pero su destino, sin duda, trasciende lealtades oportunistas. 


No alcanzó a debutar el acuerdo de los conglomerados del oficialismo para reformar el nuevo texto constitucional en caso que gane el Apruebo cuando, en el mismo acto, el presidente del Partido Comunista lo desechó. Aunque en la tarde Guillermo Teillier trató de matizar lo que fue un “debut y despedida” a través de un tuit, este viejo león de la política sabía lo que decía cuando afirmó respecto del acuerdo: “No podemos garantizar que vamos  a hacer estas cosas, porque en eso tendrá que haber debate popular”, haciéndole después un guiño al trabajo de los convencionales. 

Entendemos por qué el Presidente Boric dio un giro y pasó de proponer cambios para mejorar el borrador después del plebiscito de salida a instar a hacerlos antes. Las encuestas son categóricas y es difícil que a tres semanas de la elección se logre revertir la ventaja del Rechazo que revelan todos los sondeos (en algunos, 18 puntos arriba). El Mandatario sabía que su aprobación va simétrica con el Apruebo, de manera que prefirió arriesgar la coalición con el PC y sus partidos del Frente Amplio, los que no son partidarios de introducir reformas estructurales a un texto con el que se identifican plenamente, a diferencia de sus otros aliados del socialismo democrático. Pero el costo de la derrota, más ahora con Boric convertido en generalísimo de la campaña, es una crisis de gobernabilidad que dejará muy debilitado su liderazgo para la siguiente etapa.

El PC tiene igualmente claro que es muy probable que pierda el Apruebo. Pero más que el resultado del plebiscito, procura salvar la propuesta constitucional, que bien podría ser el programa de un futuro gobierno comunista. Admitió “perfeccionamientos” y “perfilamientos”, pero no reformas estructurales después del plebisicito, al que ha denominado “la batalla de las batallas”. Sin embargo, tuvo que sentarse a conversar con los otros conglomerados del oficialismo ante la presión que le puso el Presidente. Mal que mal tiene ministros y militantes comunistas repartidos en todas las instancias del gobierno.

Pero, pragmático, Teillier estuvo presente el jueves en el acto cuando hicieron el gran anuncio los negociadores, y de inmediato se desmarcó. Si pierden en la elección del 4 de septiembre, que Boric se hunda solo. 

El PC busca salvarse de la criticada “cocina” de los partidos, que operó sin independientes, ni pueblos originarios, ni paridad. Y de las objeciones que hicieron los mismos ex convencionales de torcer la soberanía popular e ignorar la voluntad del pueblo que no quiso que fueran los partidos los que redactaran el nuevo texto constitucional, sino que un órgano totalmente electo. El respeto que el dirigente comunista manifestó por “el gran trabajo de los convencionales” en el mismo acto de entrega del acuerdo buscaba salvarlo de la ira que desató entre los pueblos originarios el que “las cúpulas partidistas” resolvieran al margen de ellos. “Nosotros tenemos que estar presentes cuando se tomen decisiones que nos afecten o que nos atañen”, les advirtió la exconvencional Rosa Catrileo.

La abogada mapuche confirmó de paso que ninguna de las modificaciones propuestas por el oficialismo podrá ser aprobada sin el consentimiento de los 11 pueblos originarios. No es fake, entonces, que será necesaria su anuencia incluso para implementar los cambios recién anunciados para persuadir a los indecisos. Por eso los partidos oficialistas, entre los puntos más objetados que ofrecen reformar, incluyeron no exigir ese consentimiento en futuras reformas constitucionales o asuntos de carácter nacional. 

Primero Bachelet (con la Nueva Mayoría) y luego el Frente Amplio, han sido grandes facilitadores de la expansión del PC. Incluso Boric está en la Presidencia porque accedió a ser candidato para facilitarle al postulante comunista tener primarias, con toda la visibilidad que ellas otorgan. El partido de la hoz y el martillo logró presencia en el Congreso gracias a Bachelet y en coalición con el Frente Amplio subió sus diputados de 8 a 12 y alcanzó por primera vez el Senado, con dos representantes, el año pasado.

El PC sabe a dónde va, para lo cual la coalición del Presidente, Apruebo Dignidad, es el mejor alero por ahora. Pero su destino, sin duda, trasciende lealtades oportunistas. 

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/pilar-molina-el-pc-se-salva-solo/

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