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17 agosto 2020 

 

 

 

 

 

 Por Tomas Bradanovic


 

Me fue muy bien con el artículo Por qué asesinaron a Jaime Guzmán, que publicaron en el último número de la Revista Economía y Sociedad porque recibí más buenos comentarios de los que podría haber imaginado. Es impresionante como un buen medio le agrega valor al mensaje, en fin, doblemente contento por la publicación y la buena acogida.

El propio José Piñera había escrito el año 2004 sobre El Otro Asesinato de Jaime Guzmán y que toca un asunto que yo no había notado, referido a los intentos de asesinato de imagen, organizados y sistemáticos contra su figura pública, personal y sus ideas, algo que empezó muy poco tiempo después de cometido el crimen.

Todo lo relacionado con Jaime Guzmán ha estado rodeado de actuaciones cobardes, premeditadas y sobre seguro, el mismo asesinato fue una operación tan sencillo y libre de riesgos como pescar en un barril, donde la víctima no usaba ninguna protección personal, pese a vivir constantemente amenazado, así es que los sicarios atacaron sobre seguro a un blanco desarmado y totalmente indefenso.

La cobardía continuó luego del asesinato, porque al poco tiempo quienes planificaron el crimen vieron con alarma, que la figura de Guzmán se podía convertir en un mártir que incluso fortaleciera al gremialismo y a la UDI, que en esos años ya era uno de los partidos políticos más importante del país.

Así fue como, apenas se calmó un poco la indignación causada por el asesinato, echaron a andar todos sus recursos mediáticos primero y luego por medio de actuaciones y declaraciones cada vez más miserables, con el propósito de asesinar su imagen de manera definitiva. A Jaime Guzmán lo tuvieron que matar dos veces, pero la segunda no ha resultado -ni de cerca- tan exitosa como fue el asesinato físico.

Muchos medios de prensa participaron en esta tarea de ensuciar la imagen de Jaime Guzmán, mitigar la naturaleza cobarde de los asesinos y borrar los vínculos que apuntaban al Gobierno de Cuba en la planificación del asesinato, así como a funcionarios del propio Gobierno Chileno de la época en el encubrimiento y protección de sus autores.

Uno de los ejemplos más notables de esta campaña sucia, lo encontré en Ciperchile, el buque insignia de la fundación Open Society, de George Soros en Chile.

Las "investigaciones" de Ciperchile siguen todas un mismo patrón: primero acumulan muchos datos, casi too de público conocimiento -aunque a veces usan "filtraciones" selectivas para agregar peso al artículo- pero básicamente son siempre una recopilación, donde intercalan abundantes sugerencias y rumores anónimos para vender una idea, que siempre se condensa en el párrafo final. Son prolijos trabajos de desinformación, manicurados por profesionales.

El artículo   Asesinato de Jaime Guzmán, secretos de la transición chilena salen a la luz, sigue exactamente ese patrón: recopila muchos detalles de público conocimiento, intercala insinuaciones y sugerencias sin identificar nunca la fuente y en el último párrafo colocan lo que quieren vender. Solo miren como termina esta "investigación":

"El asesinato de Guzmán ocurrió a la semana siguiente, pocos días después de que el Presidente Aylwin diera a conocer el Informe sobre Verdad y Reconciliación que sentaba una verdad histórica sobre las violaciones a los derechos humanos en dictadura. Como terminarían por reconocer los propios dirigentes del FPMR, la muerte del senador UDI sólo podía favorecer a los intereses de un Ejército que demorará varios años en liberarse de la tutela de Pinochet".

O sea los culpables del asesinato brutal no fueron los asesinos, confesos y totalmente identificados ¡Sino el Ejército de Chile! Este articulo muestra como funciona la Open Society Foundation, además indica que el interés por enlodar la imagen, no solo de la víctima sino de instituciones fundamentales, son unos rufianes.

Otra campaña mucho más burda y abundante vino de los medios y personas de izquierda, solo citaré algunas, como por ejemplo a un señor Quinteros Bugueño, turbio operador político del turbio Hugo Gutierrez en Iquique que escribe en un sitio llamado -como no- Chile turbio el artículo ¿Quién era Jaime Guzmán?

La estructura y metodología son las mismas que la de Ciperchile: recopilan hechos que son de conocimiento público y sin significado especial, le intercalan rumores anónimos, juicios de valor deschavetados y concluye finalmente con esta perlita:

"Resumo el espíritu de este artículo así: Guzmán fue víctima natural de la política de terror y muerte que impuso en Chile un régimen dictatorial, del cual él,  personalmente y a conciencia plena, fue su principal consejero ideológico y político. Su muerte, como el Claudio de Hamlet, es sólo resultado de su personal y a toda conciencia actuación criminal."

Claro, esto es mucho más burdo que el artículo de Ciper, porque está redactado por un socialista asalariado de un diputado comunista. No necesita convencer a nadie y escribe para su claque, según él, Jaime Guzmán se mató a si mismo, él fue el culpable de su asesinato.

Existen casos de miserable aún peores, como Ángel Parra según leo en esté artículo de CNN Chile:

Ángel Parra reveló que Jaime Guzmán “salvó la vida” de su padre durante la dictadura
El músico contó cómo Ángel Cereceda Parra fue liberado de un campo de prisioneros gracias a la influencia de Guzmán. Sin embargo, aclaró que su relato no significa que "no haya sido el culpable del sistema horrendo en el que vivimos hoy en día"

Hay que ser bien canalla para culpar al que salvó a su padre, pero en este cochino mundo hay toda clase de personas. Como resultaba peligroso reconocer que Jaime Guzmán había salvado vidas y ayudado a salvar a gente de izquierda, Parra no dudó en decir que la víctima era "culpable del sistema horrendo en que vivimos hoy en día". A todo este el tal Parra vive en este sistema horrendo de Chile, en lugar del extraordinario sistema de Cuba, Venezuela o Corea del Norte. La miseria humana aparece siempre cuando hay intereses y ganancias escondidas. La misión concertada es asesinar la imagen después de asesinar a la persona.

Existe una colección de pasquines dedicados a difundir desinformación de manera más o menos anónima como Gamba, ChileOkulto, Vozciudadana, PiensaPrensa, noesnalaferia, etc. Todos son cortados con la misma tijera y probablemente pagados por la misma billetera, mencionaré solo al mono Gamba, cuando se refiere al asesinato, para que vean la clase de gente que son:

"La Derecha no puede cambiar la historia: Jaime Guzmán fue un criminal de la Dictadura a la misma altura que Pinochet, el Mamo Contreras y Miguel Krassnoff. No asesinó a nadie con sus manos, pero fue el cerebro que hizo posible una Dictadura que cometió un genocidio y los peores vejámenes imaginables en contra de los pobres para favorecer a los ricos. La «izquierda» y el progresismo chileno no pueden darles credenciales democráticas a un tipo que no las tiene." 

Si bien son marginales sin mayor influencia que sus respectivas capillas y solo predican para su coro, también colocan un granito de arena, aunque minúsculo, en la operación de asesinato de imagen que todavía sigue.

¿Recuerdan esta imagen? Bueno, el caballero que muestra sonriente la polera de Jaime Guzmán con un balazo en la cabeza es el diputado Gabriel Boric, claro que después de la avalancha de críticas se disculpó tibiamente, pero el video ya estaba hecho, donde lo mostraban diciedo "¡buena, aguante!" mientras mostraba la prenda, solo miren:

Y no fue el único, pocos días después, doña Marisela Santibañez, otra diputada, en un discurso de la "fiesta de los abrazos" del Partido comunista dijo estas sentidas palabras en defensa de Boric:

“No me interesa que en las noticias se esté debatiendo por su polera con la cara de Jaime Guzmán, porque si yo fuera tan radical como soy, yo digo bien muerto el perro. Y perdónenme los que crean que no es así, pero bien muerto el perro”

Bueno, la verdad es que parecía estar en un estado de conciencia alterado cuando lo dijo, tengo una amiga que dice "curada o volada no vale", sabias palabras, así es que no hay que tomarlo muy en serio, pero es otra muestra del sistemático e infame intento, del esfuerzo permanente de asesinato de imagen.

Para que hablar de los destrozos a su tumba, a sus memoriales, a la placa conmemorativa que fue encontrada en un basural y así fue expuesta por la prensa con aprobación apenas disimulada. Jaime Guzmán sigue siendo asesinado en imagen imcluso por muchos quienes fueron sus amigos y compañeros del partido que el mismo fundó, la miseria humana no tiene límites.

¿Han logrado realmente asesinar su imagen y desacreditarlo en el recuerdo popular? Esa es la pregunta fundamental, porque llevan décadas intentándolo. Yo creo que para nada, ha sido tiempo, recursos y esfuerzo perdidos porque la imagen de Jaime Guzmán sigue viva y gozando de buena salud -sorpresa- especialmente entre los jóvenes, si no me creen den una vuelta por www.antronio.cl que no es precisamente un reducto de la izquierda.

La verdad es que Jaime Guzmán no generaba odio, sino miedo, el terror de la izquierda era enfrentarse a alguien capaz de dejarlos en ridículo con un par de ideas claras e imposibles de rebatir. Recordemos que además tenía una voluntad e integridad irreductibles, cosas inalcanzables para Larraín, Chadwick, Lavín y tantos otros, que sin talento ni moral, se vendieron al mejor postor a la primera. 

Mi percepción es que ha pasado todo lo contrario, hay una revalorización de Jaime Guzmán y un resurgimiento de la derecha que él creó, ¿Cuantos somos' no lo sé, pero no somos pocos, los mensajes de odio de los resentidos no han tenido resultado ni han hecho mella en la gente normal. Eso es lo que espero confirmar en las elecciones que están por venir este año y el siguiente.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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