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Osvaldo Rivera Riffo


“You have enemies? Good. That means you’ve stood up for something, sometime in your life.”

"¿Tienes enemigos? Bien, .eso significa que haz luchado por algo, alguna vez en tu vida "
Winston Churchil


Una de las características más notables de los seres vivos es su capacidad de sobrevivencia. Es quizás la que mayor influencia ejerce en la creación de ecosistemas, lugares o hábitats donde pueden cumplir su ciclo biológico: vivir, reproducirse y morir. Sin embargo la única especie que pone en riesgo permanente su hábitat es el hombre.

Una vez que ha consolidado su posición y acostumbrado a una condición de confort, piensa que los problemas de su hábitat son de otros o son otros los llamados a mantenerle sus condiciones de estabilidad.

En la esfera biológica donde se estudian estos fenómenos, se sabe muy bien que aquellas comunidades débiles, carentes de esfuerzo y sin liderazgos son expulsadas por invasores, destruidas y obligadas a emigrar o sucumbir.

Esto, que en términos muy simples he referido, es lo que está ocurriendo en Chile:

Una colonia de forajidos dirigidos por políticos de signo conocido, causantes de millones de muertes en el mundo, han iniciado la conquista del hábitat de Chile. Una vez logrado su siniestro propósito, lo trasformarán para poder parasitar y expandir sus dominios. Los zánganos se harán cargo de los sistemas productivos, arrebatándoselos a los emprendedores que con tanto esfuerzo y trabajo los habían desarrollado. Los obreros trabajarán en los campos del proselitismo y sólo producirán odio y desolación. Los soldados formarán la milicia popular y la cúpula, donde se encuentra el líder de la jauría, se hará con el poder total.

Elegirán las empresas de todo tipo para expropiarlas y ponerlas bajo el arbitrio del nuevo esquema y se apropiaran por la fuerza convertida en “ley” de todos los recursos naturales.

El nuevo hábitat para Chile será aquel “inclusivo” donde nadie vale, aquel donde nadie tiene nada, aquel al que no se le permitirán sueños y oportunidades, aquel donde la vida comienza a asemejarse a la muerte.

Un hábitat oscuro y gris donde la luz de la esperanza se apagará lentamente hasta que cada chileno comprenda que de hombre libre pasó a ser esclavo.

Si todavía hay alguien que no cree en este negro horizonte,... bueno, lea la historia o mire documentales en YouTube de la realidad que hoy viven pueblos hermanos. Analice lo más cercano: Venezuela y su desgraciada revolución de la miseria y saque sus propias conclusiones.

Pero aún tenemos una esperanza de conservar el hábitat de nuestro Chile querido, construido con tanto esfuerzo y sacrificio.

Debemos organizarnos como una gran ola de voluntades que recorra Chile, venciendo el miedo… El terrorismo jamás ha triunfado si vencemos el miedo… Esa es su arma para sojuzgarnos… Esa fue la herramienta que usaron para arrinconar a un gobierno mediocre y cobarde.

Pero ahora es responsabilidad de la civilidad erigirnos como un muro inexpugnable frente al ataque artero del odio y la destrucción.

El trabajo político de esta cruzada es una obligación de todos. De los que iremos al “casa a casa”, de los que pagarán los impresos, de los que prestaran o arrendaran los espacios para organizarnos.

También de los que escriben columnas y de los que manejan redes sociales, de los que irán a la TV y, por supuesto, de todos los que con su opinión expresada con valentía y decisión puedan abrirle los ojos a los tantos engañados o pusilánimes.

En esta tarea los empresarios, los emprendedores y los soñadores debieran estar en la primera línea de la acción: han sido ellos los que siguiendo un sueño y enfrentando riesgos incalculables construyeron el Chile de hoy y serán también ellos los primeros “guillotinados” de esta revolución que busca “tomarse” nuestro hábitat y luego, vendrán los opositores y a la postre cualquiera.

Pues bien señores empresarios, ha llegado su hora y quizás su última oportunidad: ¡Salven el Cogote y salven a Chile!!!

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