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Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


“El día mapuche fue declarado por decreto supremo Nº158 el 24 de junio de 1998 por el gobierno del presidente Eduardo Freí Ruiz Tagle considerando que la “cosmovisión” de los pueblos indígenas contempla rituales y ceremonias espirituales de renovación y purificación correspondientes a un Año Nuevo o nuevo ciclo de vida ligado a la naturaleza que nace o se renueva”

Así reza la información del gobierno de Chile, razón por la cual hoy día martes es feriado nacional.

Con lo dicho anteriormente se puede deducir que hace exactamente 24 años que venimos cultivando la ideología indigenista sin percibir el peligro al que nos conducirían consideraciones de este tipo 

Hay que tener presente que el pueblo mapuche no es una civilización ni mucho menos un enclave cultural que marque la idiosincrasia del pueblo chileno y su identidad. De partida no tiene escritura, solo los sonidos de un lenguaje hablado 

En sucesivos gobiernos y fundamentalmente en los de la concertación se fueron eliminando feriados religiosos, con el propósito manifiesto de romper la tradición cultural que se hereda de uno de los pilares de nuestra civilización cristiana occidental, pero paralelamente se reforzaron criterios que atentan contra nuestra cultura, dando lugar a la vandalización de nuestros lugares sagrados, como a su vez a una acción destructiva de la enseñanza cristiana en las escuelas y colegios del país.

Freí Ruiz-Tagle ni siquiera imaginó lo que este decreto significaría en el tiempo, abriendo torpemente la puerta a la ideología indigenista puesta en marcha por la Conadi, también creada por un gobierno demócrata Cristiano y que tanto daño ha significado para el agro nacional y fundamentalmente para el derecho de propiedad.

Ha sido una escalada de sucesos todos cómplices de un propósito final que hoy cumple un objetivo primordial en la comisión constitucional al reconocer los derechos ancestrales, incluso de comunidades indígenas extintas y proclamar la subdivisión del territorio nacional en 14 naciones con derechos superiores al Estado unitario de la República de Chile.

Hoy, celebrando con un día feriado la cosmovisión mapuche, no se hace otra que festejar el fin de la República con el solsticio de invierno donde el rey sol se acercará a la tierra para dar lugar a nuevas siembras y a nuevos brotes.

Sin duda que la nueva siembra es la violencia desatada de la mano que articula el proceso, el narcoterrorismo, que sin duda tiene su expresión más elocuente en la macro zona sur, donde se descubrió un gigantesco parque automotriz en el claro de un bosque, todos vehículos robados incluidos dos tanquetas y material de guerra. Lo curioso es que, realizada la denuncia a la fiscalía, el allanamiento ordenado sólo encontró las huellas de los vehículos en fuga. ¿Curioso no cree?

Pues bien este es el significado de los festejos de los nuevos brotes de la naturaleza de esta cosmovisión indigenista: Inseguridad, odio ancestral, fragmentación territorial y derechos por sobre los derechos del 99 % de los chilenos.

Piense entonces que más allá del buenísimo y la comprensión por esta etnia que merece todo nuestro respeto, hay sectores que perversamente la han utilizado para desestabilizar el orden constitucional y con ello vulnerar nuestra libertad.

Téngalo presente cuando se enfrente a la urna de su destino, el próximo 4 de septiembre.

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