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Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Entre las muchas aberraciones que el pleno de la Convención Constitucional aprobó, está la concepción  del aborto libre y sin causales hasta los nueve meses de gestación. Como se trata de un tema controvertido y de gran impacto, que afecta la dignidad del ser humano, es necesario indicar primero la importancia que tiene para el hombre su condición de Fe.

Así entonces, el mundo cristiano y particularmente la Iglesia Católica tiene una postura de condena a cualquier forma que coarte el derecho a la vida.

La iglesia católica defiende el derecho a la vida de todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural, por lo que es contraria al aborto, como así también a otras formas de romper con el sentido de la vida, eutanasia, suicidio, a la pena de muerte (si hay recursos para garantizar la seguridad civil sin recurrir a ella).

En este sentido se hace urgente y necesario que cada párroco en su iglesia, parroquia o comunidad religiosa, denuncie duramente este atentado a la vida y llame a reaccionar al mundo cristiano sobre esta barbaridad impuesta por un grupo delirante de mujeres que han perdido su condición natural de seres humanos y llamen abiertamente y sin complejos de participación política a votar Rechazo en el Plebiscito de salida

Lo acordado y que será parte de la propuesta constitucional indica en el inciso 2 del artículo lo siguiente: ”el Estado deberá asegurar a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto o maternidad voluntaria y protegida”

Fundamenta la posición que debe tener el mundo cristiano -mayoritario en Chile- que es un artículo ambiguo y carente de todo principio ético y moral y contrario a todo acuerdo internacional sobre la materia.

En esto el mundo inteligente ha llevado a cabo una fundamentación del derecho a la vida desde diversos enfoques, partiendo por el filosófico, seguido el antropológico, sociológico, ético y biológico. Pero lo claro es que desde el punto de vista jurídico, es un derecho fundamental y el primero de todos, al considerar al titular como generador de cualquier otro derecho posible.

En este sentido, ha sido consagrado de forma explícita en los tratados fundamentales internacionales, especialmente en los referidos a los derechos humanos y en muchas legislaciones nacionales de diversos países del mundo. Integra la categoría de derechos civiles y de primera generación.

El derecho a la vida no solo protege a las personas de la muerte, sino de toda forma de maltrato o violencia que haga su vida indigna.

Así, atentan contra  la vida, el genocidio  (exterminio de un grupo por su nacionalidad, religión, raza o etnia), el terrorismo, la tortura, el secuestro o la desaparición forzada de personas (terrorismo de estado), la esclavitud y los malos tratos.

Sin duda el aborto atenta violentamente contra la vida con el agravante que se realiza por voluntad de la mujer amparada por el Estado y contra un ser inocente incapaz de defenderse.

El derecho a la vida, está reconocido en numerosos tratados internacionales: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto de San José de Costa Rica, la Convención para la Sanción del Delito de Genocidio, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes.

El artículo  3.° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos indica:
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona" y para confirmar la voluntad internacional reconocida ,el artículo 30, que cierra la Declaración de los Derechos Humanos, dice: "nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración"

Con lo anterior se ha aprobado simplemente un asesinato por consagración constitucional

Frente a este nuevo intento de promover la tiranía a través de las minorías se ha ampliado el artículo referido al aborto agregando el derecho a la educación sexual integral con lo cual se pretende manipular la educación de los niños. No olvidar que ya aprobaron la responsabilidad del Estado en la educación por sobre la acción preferente de los padres .Sobre este punto, sin duda, hubo debate en el Pleno de la convención y por cierto se apuntó claramente en contra de quienes son los portadores de las ideas de los “activistas de la cama” quienes buscan meter al Estado en los temas de incumbencia personal, como es la sexualidad

Destacó la defensa realizada por la convencional Cantuarias quien dijo “Que cada cual  se identifique con el sexo que le acomode. Si desea tener sexo con personas del sexo opuesto, del mismo sexo, si prefieren animales, si solo alcanzan el placer sexual con un zapato, a mí me da lo mismo, es parte de la personal forma en que cada cual consigue su sexualidad, pero sus particularidades no tienen por qué  burocratizarse”.

Sin duda que Cantuarias tiene razón ya que estas disposiciones afectan el mundo cultural de la vida en comunidad, haciendo cada vez más sin importancia el valor de la vida, los afectos y los sentimientos. Pasamos a ser esclavos  de toda acción que está regulada por principios impuestos por las minorías, quienes los han confundido con derechos.

Ya Gramsci lo decía: influyamos desde la base en el mundo cultural y homogeneicemos la sociedad sin perder el rol hegemónico que nos corresponde

No es sorprenderse entonces de los planteamientos que están emanando en la construcción del mamarracho constitucional. Como marxista hegeliano, Gramsci se aleja del determinismo económico del marxismo tradicional y construye la categoría de hegemonía para analizar y proponer la acción política enfatizando en la SUBJETIVIDAD y otorgando un lugar importante a la ideología y a la dirección política y cultural, restableciendo de este modo la relación dialéctica entre estructura y superestructura.

Así propone la construcción de una “nueva hegemonía donde el nuevo príncipe: ”el partido”, es central como así también la actividad política de los intelectuales orgánicos para cimentar ideologías y develar situaciones: el paso de “la conciencia en sí“ a “la conciencia para sí” Cuando todo lo que estamos viendo cae en manos del Estado, no estamos observando otra cosa que el postulado central del gramscianismo que propone “tomar y fundar el estado” en otras palabras la refundación de la República desde sus fundamentos.

Más de alguno se preguntará ¿y que tiene que ver todo esto con el aborto y el sexo?... pues desgraciadamente todo, mi estimado lector. No estamos frente a un capricho de unos descerebrados. Estamos frente a la acción violenta de ideólogos que usando a estos descerebrados, nos conducen a la tiranía y ponga mucho ojo, esté alerta.

Si quiere, no lea a Gramsci, pero Vote rechazo… salvará el pellejo

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