7 octubre, 2025
por Magdalena Merbilháa
Claramente no se pueden realizar llamados al voto, ya sea a favor o en contra de alguna opción desde su posición de autoridad.
La semana pasada, el anuncio por el Presidente de la Ley de Presupuesto no estuvo exento de polémica. No sólo porque presentó “el Chile de sus deseos” y no el real, sino que además anunció el fin de la glosa republicana, el dinero de libre disposición para el próximo mandato, lo que demuestra que ya sabe que no ganarán en las elecciones. Mientras Artés amenaza con revueltas sociales si gana Kast o Kaiser, desde el Ejecutivo les dejan las arcas vacías y complican, sin duda, las acciones del próximo gobierno. “Sin plata” se puede hacer “poco o nada”. Pero la polémica no quedó ahí, sino que el Presidente hablando en categoría de jefe de Estado en cadena Nacional, usando evidentemente recursos públicos, criticó las propuestas de un candidato a la presidencia para las próximas elecciones. Habló de lo irresponsable e indeseable la propuesta de “un candidato” de recortar 6.000 millones de dólares sin decir de dónde van a recortar, para luego afirmar que será recortando gastos sociales. No pasó mucho rato para que el candidato José Antonio Kast se sintiera aludido, claramente el Presidente Boric se refería a él, sin mencionarlo de modo directo, operó aludiendo a sus propuestas. Ante ser increpado en la cadena con recursos públicos el candidato republicano contestó por X: “No Presidente. Vamos a recortar 6.000 millones de dólares en gasto político sin afectar los beneficios sociales como la PGU y vamos a partir por todos los funcionarios corruptos que usted llevó al Gobierno y que en cuatro años se han robado la plata de los chilenos más pobres”. Las alusiones de Boric en la cadena fueron calificadas como “cobardes”, ya que la contraparte no podía responder de la misma manera a lo que el Presidente respondió “no es cobarde, es democrático”.
Sabemos que la democracia es más que solo las elecciones en las que la voluntad general se manifiesta a través del sufragio. Implica, necesariamente, el respeto a la ley y la institucionalidad, al Estado de Derecho. Del mismo modo se debe resguardar los derechos individuales de los individuos impidiendo que las mayorías circunstanciales aplasten a las minorías. Si analizamos nuestra tradición e institucionalidad, lo hecho por el Presidente rompe las reglas establecidas en Chile y atenta por tanto contra la democracia misma.
En nuestro país hay ciertas conductas que son parte de la llamada “tradición republicana”. Entre éstas está el “Principio de Prescindencia”. Este implica que autoridades y funcionarios públicos deben abstenerse de opiniones políticas, sobre todo en períodos electorales, con el fin de garantizar la probidad administrativa y la imparcialidad del Estado. El Presidente es el Presidente de todos los chilenos y las autoridades de turno están al servicio de todos los ciudadanos. En este caso, en medio de período electoral, Gabriel Boric no se abstuvo de opinar y lo hizo en la cadena nacional financiada con recursos públicos. Una falta grave.
Por su parte, la Ley 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, establece el principio de probidad que obliga a los funcionarios públicos a observar una conducta funcionaria intachable y desempeño honesto y leal. Se ve al proselitismo político dentro de sus funciones como algo contrario a este principio. A esto se le suma el concepto de “Neutralidad del Estado” que establece que la administración debe actuar con estricta imparcialidad y que no se pueden usar recursos públicos de ningún tipo -materiales o tiempo de la jornada laboral- para fines ajenos a los institucionales, como actividades políticas o proselitismo. Todo esto se establece para garantizar que todos los actores políticos participen en igualdad de condiciones, sin que la autoridad favorezca o perjudique a ninguna candidatura según sus preferencias personales.
Estas restricciones se aplican especialmente en períodos electorales. Vemos como esta ley es pasada a llevar, de modo constante desde el Estado, con las llamadas “minutas” que buscan abiertamente a hacer proselitismo y a generar variaciones en el ánimo electoral a favor de unos y en contra de otros. Del mismo modo, la Contraloría General de la República es la que emite las instrucciones detallando las acciones prohibidas. No está permitido expresar opiniones políticas o de apoyo a candidaturas en actos oficiales con recursos institucionales, claramente el Presidente y luego otras autoridades faltaron a esta prohibición. Asimismo, no se pueden utilizar recursos públicos para las campañas políticas, algo que muchos han hecho y que la justicia no cumple con ser justa. Claramente el Presidente al hablar en la cadena nacional faltó a esta prohibición también. Tampoco se puede emplear tiempo de la jornada laboral en actividades de proselitismo, algo que muchos no cumplen y en la Cadena Nacional, Gabriel Boric hablaba como Presidente de Chile, por tanto en horario laboral.
Claramente no se pueden realizar llamados al voto, ya sea a favor o en contra de alguna opción desde su posición de autoridad. El Presidente, en esta prohibición, abiertamente criticó los detalles de una candidatura ante todo Chile. Es cierto que la ley permite el derecho a opinión personal como ciudadanos, siempre y cuando lo hagan fuera de su horario laboral, sin usar recursos públicos y sin invocar su posición de autoridad. A esa excepción no califican los actos del Presidente. Mal todo, muy mal y ciertamente, ilegal. Veremos si la justicia se apersona, suele suceder que en relación a autoridades termina no siendo ciega y busca ver los resquicios para no aplicar la ley. Es la impunidad la que mata a las democracias.
Fuente: https://ellibero.cl/columnas-de-opinion/el-presidente-la-ley-y-la-impunidad/
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