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Gonzalo Ibáñez Santamaría


Es la pregunta que brota al advertir la sorpresa que ha demostrado el gobierno de cara a los últimos crímenes acaecidos en la Araucanía. Con mucha solemnidad el subsecretario del Interior Juan Francisco Galli ha proclamado: "Aquí hay tráfico de droga, hay armas de fuego y hay asesinos". Pero, si esto era de público conocimiento ¿Cómo es posible que sólo ahora el gobierno lo advierta? Tal vez, el mismo Galli avanza la repuesta cuando en seguida declara con igual solemnidad que "Temucuicui es un lugar donde el Estado va a ingresar", reconociendo así que hasta ahora el Estado ha sido en ese lugar un ausente. Esto es, que este territorio ha permanecido desde hace ya mucho tiempo fuera del control del Estado chileno.

Esta ausencia del Estado es la que explica que allí adentro se haya constituido en la práctica otro Estado subversivo, en una base de las operaciones de violencia y de terrorismo que han sacudido la zona. Es apabullante conocer que, en esta oportunidad, se desplegó, para entrar en ese territorio, una fuerza de ochocientos policías y que, a pesar de ese tamaño, esa fuerza no pudo cumplir con su propósito y hubo de retirarse con varios efectivos heridos y uno muerto. Quedó así demostrada tanto la magnitud del problema como el hecho de que si este creció hasta alcanzar ese tamaño ha sido por la permanente ausencia del Estado durante ya muchas décadas.

Esperamos ahora que el Estado, con el gobierno a la cabeza, reaccione en proporción al desafío que enfrenta y que no se quede en las vanas palabras con que ha tratado, durante este tiempo, de explicar su ausencia.

Lo que queda ya a la vista es que se está al borde de llegar a un punto de no retorno: o el gobierno actúa ahora para recuperar el control de la Araucanía o esta se va a perder definitivamente para el Estado de Chile.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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