3 de junio de 2020 

BLOG-DE-MAXIMO


 Vamos mal. A este paso no habrá dinero suficiente para financiar a toda la gente que está y estará desempleada, tal vez por años. Los señores políticos ya se manifiestan en favor de prorrogar el pago del subsidio de no sé cuánto, 50 lucas o algo parecido. Ese dineral, más una caja de mercadería de vez en cuando, logrará el sueño de Joaquín Lavín, todos seremos más pobres, aunque no más felices. Todo gran plan tiene sus fallas ¿Las querían todas?

Mientras tanto, quienes desean trabajar no pueden hacerlo, ya que quienes andan por ahí dando la hora continúan contagiando. Que vivan los paseos y las fiestas. Tenemos una Cuarentena Comunitaria del Siglo XXI, todos pobres y felices. Pobres los empleados particulares y los pequeños y medianos empresarios, y felices los burócratas que continúan cobrando y mirando matinales en pijama. Después de tantos años de socialismo de izquierda y derecha, y de las acciones de los señores políticos para protegernos de nosotros mismos en lugar de hacerlo de los malos, la idea de que el Estado proveerá se difunde cada día más.

Le llegó el turno al patrimonio de los ricos. Una repartija patrimonial en nombre de los más necesitados. Imagino que existirán planes para cuando ese dinero ya no sea suficiente. Seguirán la senda los menos ricos y luego los aspirantes a serlo algún día. La clase media deberá colocar sus barbas en remojo, no hay plazo que no se cumpla, ni billetera estatal que aguante tanto despilfarro.

El cabrito que las oficia como jefe del barril sin fondo, anuncia posibles acciones para socorrer a grandes empresas en problemas económicos ¿Qué empresas están a punto de quebrar? Paciencia, ya quebrarán gracias a las medidas para salvar el mundo y sus alrededores. Con un par de meses más de encierro e imposibilidad de ejercer el derecho al trabajo, el sueño del ministro se hará realidad ¿Será que el Joaco y el cabrito son socios en el “proyecto país”? El cabrito nos arruina, luego nos ayudan con un billetito poco pero seguro, y el Joaco nos pregunta si ahora somos verdaderamente felices, por fin.

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/

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