22 de febrero de 2020

BLOG-DE-MAXIMO


Las conocidas sugerencias que Mesina y Atria les hacen a los futuros miembros de la Asamblea o Convención Constituyente, instándolos a una vez constituidos, desconocer los acuerdos del congreso que acotan su poder, disolver el congreso y erigirse con el poder total emanado de la voluntad popular, fueron analizadas por el columnista Hernán Corral en El Mercurio.

Corral asegura que esto es perfectamente posible. Una serie de “expertos” le responde, bajándole el perfil al columnista, esgrimiendo otras razones legales. Aún falta Peñita, quien en doble página y citando a unas dos docenas de sabios, nos iluminará.

Los señores políticos han preferido no involucrarse. Los partidos políticos tampoco. El desgobierno del Administrador Provisional menos aun. Son temas desagradables que pueden incomodar a las “líneas”, desde la primera hasta la última. Quienes se interesen en el tema, puede rebuscar en El Mercurio y La Segunda de esta semana.

Pues bien, ¿esto es posible? Legalmente no lo sé ni me interesa. Lo que me interesa es saber si por la vía de los hechos y “la calle”, es posible desconocer los acuerdos y entrar de lleno al golpe de estado. Sabemos que sí.

Bastaría con lo siguiente: La mitad más uno de los constituyentes se declara con el poder total, la prensa los apoya, las calles se repletan de compañeros, comandantes, combatientes, tontos útiles, compañeros de ruta, buenistas buena onda, sapos, apaleadores de ollas y toda clase de sinvergüenzas en busca del dinero ajeno ¿Quién para eso? Sabemos que nadie lo haría ¡Y listo!, ya tenemos una asamblea Constituyente con el poder suficiente y un gobierno y una justicia con el miedo suficiente para que todo se legalice de facto.

Continuar con analices legales, en un país donde las leyes no se respetan, no tiene sentido. En Chile no hay estado de derecho, ni nadie dispuesto a restablecerlo. Quienes piden restablecer el orden público se equivocan. El problema no es la “primera línea”, esos no son más que flaites salvajes a sueldo, el problema son un gobierno de mierda, líderes políticos volcados al populismo y a ganar la próxima elección, una prensa cómplice y politizada y, una justicia militante que continuará colocándose al lado de la revolución.

No tenemos un problema de violencia, tenemos un problema de no respeto a la legalidad, y en estas condiciones todo puede suceder.

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/2020/02/por-la-fuerza-y-en-nombre-del-pueblo.html

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