02 enero 2024 

por Tomas Bradanovic 

Y aquí vamos de nuevo. Milagrosamente hoy amanecí sin resaca pese a que para el año nuevo tomé como irlandés, así es que es hora de ponerse serios y tratar de comentar algo original y ojalá interesante. Aquí voy:

"Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo. Lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio." frase atribuida a Eduardo Matte Pérez, parlamentario, ministro e hijo del fundador del Banco Matte (1892)

Esta especie de mantra de nuestros resentidos sociales, que la enarbolan a cada rato para justificar sus ideas, aparece referida en un pésimo libro de  un tal Ernesto Carmona, pero bueno, analicemos un poco lo que dice.

Hay una verdad enorme en eso de la "masa influenciable y vendible", es una realidad que existía en Chile a fines del Siglo XIX y sigue existiendo hasta hoy. Don Diego Portales entendía perfectamente el problema de nuestro país 

"La Democracia, que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en los países como los americanos, llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario para establecer una verdadera República. La Monarquía no es tampoco el ideal americano: salimos de una terrible para volver a otra y ¿qué ganamos? La República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe cómo yo la entiendo para estos países? Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando se hayan moralizado, venga el Gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde tengan parte todos los ciudadanos. Esto es lo que yo pienso y todo hombre de mediano criterio pensará igual."

Dicho en palabras simples, la democracia liberal era imposible en Chile porque siempre llevaba directo a la anarquía, ya que somos países "llenos de vicios donde los ciudadanos carecen de toda virtud".   En pocas palabras no podía existir la democracia donde la gente fuese mayoritariamente tramposa y ladrona "masa influenciable y vendible". 

Por eso los gobiernos portalianos solo podían funcionar en una democracia cosmética, donde el pueblo no decidiera sino que fuera una aristocracia moral "cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo". 

A medida que los portalianos fueron desplazados del poder por gobiernos liberales, a partir de Domingo Santa María, comenzó la larga decadencia que arrastró a Chile por la mediocridad hasta 1973.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el título de la entrada? Todo, porque eso es lo que explica la manera mezquina y resentida con que la opinión nacional trata a Julio Ponce Lerou, el más brillante de los empresarios chilenos en los siglos XX y XXI.

En cualquier país decente alguien como Ponce sería una figura respetada y admirada, pero estamos en Chilito, el reino del resentimiento social institucionalizado.

Un primo mío que tenía una ganadera conoció a Julio Ponce en los años que se dedicó a comerciar con vacas finas, le tenía mucha admiración. Veamos lo que dice Wikipedia:

Se casó con Verónica Pinochet en 1969, cuando el general estaba recién ascendido de coronel a general de brigada, anularon el matrimonio en 1991. Ponce estudió ingeniería forestal en la Universidad de Chile, donde conoció a los hermanos Contesse que serían sus futuros socios. Para la práctica profesional se fue a trabajar de obrero en un aserradero de Canadá.

Al volver a Chile entró a trabajar en Industrias Forestales S.A. donde llegó a gerente general con solo 23 años, trabajó en la papelera de Concepción, en 1972 se fue a Panamá a hacerse cargo de un aserradero,  Para el golpe de 1973 volvió a Chile haciéndose director de muchas empresas que tenía Corfo en esos años, seguramente por la confianza del general Pinochet con su yerno.

También fue gerente de empresas de Corfo y diversas empresas que eran de propiedad de ese organismo: Inforsa, Industria Azucarera Nacional (Iansa), Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), Empresa Nacional de Minería (Enami), Empresa Nacional de Electricidad (Endesa) y Sociedad Química y Minera de Chile (SQM),

Ascendió a gerente general de Corfo donde fue acusado en un anónimo por actos de corrupción, ahí empezaron los problemas con el suegro que lo renunció sin más trámite.

Su carrera privada partió mal porque quebró con el negocio ganadero que había emprendido con un préstamo del BID. A fines de los 80 volvió como director de Soquimich, representando a American Express, empresa que había comprado acciones a valor libro en el proceso de enajenación de empresas deficitarias del estado, quedando como presidente del directorio.

Bajo la presidencia de Julio Ponce y la asesoría de Hernán Buchi, SQM paso de ser una empresa quebrada por la que nadie daba un peso a alcanzar un éxito empresarial prodigioso, esto ocurrió por una combinación de creatividad y visión de negocios a largo plazo, es una historia que no ha tenido comparación con ninguna otra empresa chilena.

Originalmente Soquimich administraba la venta de salitre, un negocio que estaba difunto desde 1940 por lo menos, la empresa valía cero, lo mismo sus instalaciones en ruinas, el Estado de Chile tenía que gastar una fortuna para mantener abierta una empresa improductiva.

¿Y cómo empezaron a crecer? Primero que nada se olvidaron de la venta tradicional de salitre y se concentraron en la Nutrición Vegetal de Especialidad, desarrollando abonos boutique para cultivos de alto valor. Encontraron decenas de aplicaciones nuevas para el nitrato de sodio y el potasio, lo que llevó a la empresa a un crecimiento acelerado, convirtiéndola en líder mundial en fertilizantes.

Y mucho antes que empezara la fiebre por las baterías de litio SQM empezó a dedicarse a la explotación y exportación del litio, de manera que cuando llegó el boom de consumo y precios hace algunos años atrás, SQM estaba en posición óptima y la aprovechó, llegando a ser por algunos años el mayor exportador de litio en el mundo.

Ponce Lerou tomó el control de SQM por medio de tres empresas de su propiedad: Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande que formaban una cascada de propiedades entre si: Norte era propiedad de Oro y esta era a su vez propiedad de Pampa. Las empresas de propiedad de sociedades de inversión en cascada son un esquema legal y muy frecuente en sociedades anónimas.

Pero en 2013 apareció un grupo de "accionistas minoritarios" denunciando que este esquema de propiedad los perjudicaba, lo que terminó en una condena de la Superintendencia de Valores y Seguros con multa de 70 millones de dólares para Ponce y otras multas para los demás involucrados.

Era obvio que el fallo de primera instancia fue ignorante porque de partida es ridículo pensar que el control de Ponce Lerou haya provocado pérdida de patrimonio o perjudicado a cualquier accionista minoritario, la verdad es que esos minoritarios le deben todo a Ponce, que fue el que convirtió a la empresa quebrada en un gigante a nivel mundial.

La Corte de Apelaciones y luego la Suprema enmendaron en parte el fallo absurdo de la Superintendencia de Valores y la multa bajó de 70 millones a menos de 3 millones, lo que muestra que el fallo original de la SVS fue dictado por ignorantes o por interés político.

A partir de entonces los políticos descubrieron la gallina de los huevos de oro y empezaron a chantajear a SQM que tuvo que empezar a repartir plata para las campañas tal como la "protección" que había que pagar a los gangsters en Chicago, todo esto hizo estallar un gran escándalo que ensució prácticamente a todos los políticos pero particularmente a los del gobierno de Michelle Bachelet, pero ella era presidente y se las arregló de manera escandalosa para proteger a su gente.

Soquimich es una empresa cada vez más importante, es de las que más impuestos pagan en Chile y prácticamente triplica los aportes de la gigantesca Codelco. Sin contar con los miles de puestos de trabajo y tareas subcontratadas que benefician a miles de trabajadores y pequeños empresarios.

La guinda de la torta es que ahora el gobierno anunció un principio de acuerdo para que Codelco y Soquimich emprendan la explotación conjunta del litio, pero ese es un temazo que se merece una entrada completa así es que no lo tocaré por ahora.

El pelotudo de Ignacio Briones, cuando era ministro de hacienda de Piñera declaró "En Estados Unidos el Sr. Ponce Lerou estaría preso, sin ninguna duda". Se equivoca medio a medio, en Estados Unidos como en cualquier país decente imperan las leyes y si alguien no ha violado ninguna ley en específico es imposible meterlo preso, esas cosas pasan en países tercermundistas como todavía es Chile, donde fiscales y jueces trabajan para sus intereses personales en lugar de fallar de acuerdo a la ley.

En Estados Unidos o en cualquier otro país menos resentido que el nuestro Ponce Lerou habría tenido mucho más éxito, guardando las proporciones por tamaño de los países, Ponce Lerou es el Elon Musk chileno, lo que ha conseguido es único.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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