Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Dentro de tanta paparruchada política, lo que no deja de sorprender son los contenidos de la cuenta pública del señor Presidente.

Dicha cuenta fue trabajada cuidadosamente para causar emociones e impactar sobre todo en la población que funciona sin echar mano a la razón y en particular en los inacabados jóvenes que pululan por los bares y pubs de Ñuñoa, donde se concentra la mayor cantidad de ellos entre 18 y 35 años, que creen que la solución de la vida se resuelve sentados en las mesas de las calles sujetos de una “Chela”, pagada por cierto con la tarjeta de papá.

El resultado es que la encuesta Cadem,  luego de un jugoso contrato con el gobierno(más de 141 millones), con posterioridad al mensaje, arrojó puntos de subida  en la aprobación presidencial y como consecuencia, ya que ambos están íntimamente ligados ,también en la intención del  apruebo en el plebiscito de salida.

Pero desmenucemos esta incongruencia sujeta a una falta de prudencia imperdonable. Uno de los enunciados presidenciales dice relación con la prohibición de armas de fuego en manos privadas. Es decir, en simple, se acabaron las armas como elemento de seguridad y protección para los particulares. O sea, las personas honestas que viven de su trabajo, que tiene sus bienes, que ahorran para mejor su calidad de vida, que se preocupan de la educación y bienestar de sus hijos, que han debido cercar con barrotes sus viviendas para mejor protegerse; a esas persona se le impide la legítima defensa si son agredidas, asaltadas, robadas o asesinado un miembro de su familia.

Es un mensaje de características perversas, porque ha sido realizado para sensibilizar el daño que hace la violencia en la población, pero deja impune al delincuente y al terrorista, ya que existiendo una ley de control de armas la realidad es que los antisociales no la cumplen y las poseen igual y más aún, los terroristas no solo pistolas o revólveres sino que armas de guerra, las mismas con las que le dispararon a la Sra. Siches en la macrozona terrorista de la Araucanía.

En conclusión, en el mensaje se le dijo al chileno honesto: quédese en su casa desarmado y si vienen a asaltarlo apechugue, no oponga resistencia, son idealistas que están haciendo la pega por nosotros, inculcando temor, miedo y terror, las herramientas predilectas para controlar políticamente a la población.

En este contexto globalista, que también representa Boric y sus aliados liberales, los conceptos vertidos no son otra cosa que elementos propios del Marxismo cultural que hoy bajo el rótulo de posmodernismo nos tratan de convencer que la Paz es patrimonio de los nuevos iluminados.

De la misma forma, anunció el proyecto de Eutanasia bajo la lógica de una muerte digna. Pero lo que no dijo el señor Boric es que la persona está investida de dignidad y ella es inherente a la existencia de cada ser humano. Si su posesión se debiera a peculiaridades, habilidades o cualquier condición, la dignidad no sería ni igual ni universalmente peculiar para todos los seres humanos. Por lo tanto el ser humano está investido de dignidad a lo largo de su vida. El dolor, el sufrimiento o la debilidad no pueden privarlo de ella.

Así reza la resolución del Consejo de Europa adoptada el 21 de Mayo de 1999, estableciendo que la dignidad es una condición absoluta del ser humano.

Pero hay más elementos que aportar con este anuncio aterrador y los voy a enumerar para  que queden claros y sirvan para mejor comprender la argumentación:

a) no todas las muertes son dolorosas;

b) están disponibles alternativas como la interrupción del tratamiento activo combinadas con el uso del alivio efectivo del dolor;

c) la distinción entre eutanasia activa y pasiva es moralmente significativa; y

d) la legalización de la eutanasia colocará a la sociedad en la falacia del efecto dominó, lo que conducirá a consecuencias inaceptables.

Si unen estos dos anuncios podrán concluir, sin mayor análisis, el profundo significado que encierra el nuevo articulado del mamarracho constitucional. El valor de la vida ha quedado relegado aún cuarto o quinto lugar del orden jerárquico, sin considerar para nada que no solo se vulnera el derecho natural sino que es atentatorio al valor trascendente del Ser.

Por tanto, eliminada la legítima defensa y aprobada la eutanasia, entonces por simple norma legal el valor de la vida queda reducido al imperio del poder político.

Del viaje a los países del norte, donde está la masa madre del posmodernismo liberal tal como lo diseñó y planteó Foulcaut, quien por sus ideas sobre las instituciones sociales específicamente las prisiones, el sistema de salud y la psiquiatría, así como su basto interés por la sexualidad humana, ha sido el mentor de cuanto intelectual y político progresista existe y entre ellos Justin Tondreau, el primer ministro canadiense, con quien firmó un acuerdo de cooperación en Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres. Lo más probable es que discutiera sobre un tema de gran relevancia social, la menstruación, ya que como hay un proyecto de ley al respecto presentado por una de sus parlamentarios, no cabe duda que el premier canadiense, que es dado a estos temas, le puso especial interés y corrieron a firmar un acuerdo para que los individuos que se quieran casar con la silla o se sientan niños con 70 años, y lo acepten en el kínder, lo hagan sin problema en Chile o en Canadá. En ese avanzado país estos atentados permanentes a la naturaleza humana son pan de todos los días.

Entonces, es conveniente tomar conciencia de estos elementos que nos hacen distintos y distintivos del progresismo y apuntemos con nuestra argumentación a las características sensibles de la naturaleza humana revirtiendo el daño que inflige la acción perversa del mensaje comunicacional manejado por la ideología del mal:

Rechazo… a la cultura de la muerte

Rechazo… a la cultura de la idolatría al odio

Rechazo… a la cultura de lo utilitario

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