Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


Han pasado algunos días de la definición electoral en que parte de los partidos políticos existentes hicieron bloques para elegir sus abanderados que tuviesen opción de representarlos en la contienda electoral de noviembre.

Hemos dicho hasta la saciedad que esta fórmula sólo pretende hegemonizar la acción de los partidos políticos y con ello establecer parámetros de legitimidad, sobre todo hoy que gozan de un 2% de popularidad y el que detenta la presidencia de Chile no se empina por sobre un 7%. Esto es lo real.

¿Qué ha ocurrido entonces y cuáles son la mediáticas conclusiones que se han puesto sobre el tapete de la discusión?

Los partidos políticos fueron por lana y salieron trasquilados en ambos bloques. Los electores cansados y aburridos de la falta de liderazgo serio, de concepciones profundas y reales, de planteamientos novedosos para enfrentar los desafíos del siglo XXI, la ciudadanía militante y simpatizante, dieron un espaldarazo a los candidatos de los bloques caracterizados por ser de conductas políticas asistémicas.

Boric representa un minúsculo partido, casi local y Sichel simplemente ha pasado por tantas coaliciones y grupos, todos de tendencia izquierdista, que se presentó como Independiente.

En el intertanto, estaba la fiebre por parar a Jadue la derecha ciega e ignorante no sale del cuento del lobo. Sin argumentos de fondo, solo temor y horror a salir de su nivel de confort. Ninguno pensó que Jadue y Boric son la misma cosa con envoltorio distinto. Nadie leyó sus propuestas y nadie escuchó sus planteamientos. La sutil diferencia está en el tiempo. Boric plantea una hegemonía gradual donde por cierto cuida por ahora el sistema capitalista. Jadue, al revés, planteó cambios inmediatos y profundos. El objetivo: el mismo, ya que la estrategia fue diseñada por el PC. Pero igual, muchos aterrorizados salieron a votar por Boric para evitar a Jadue.

En Chile Vamos el panorama tenía una sintonía más o menos acorde: los 4 representantes eligieron lo políticamente correcto sumándose al discurso que vienen ofreciendo al país desde hace varios años, en que se fueron matizando como el camaleón con los colores de la izquierda y abrazando las tendencias del posmodernismo.

Pero ya donde no pudo haber contención de la prudencia, fue en el candidato de Evopoli que asesorado por una ex militante de la nueva mayoría, nieta e hija de comunistas, sacó a relucir al Presidente Pinochet en una performance grotesca donde el propio candidato manejando una retroexcavadora lanzaba una camionada de tierra sobre la historia.

Entre los anaqueles recientes había quedado sumergida una entrevista a Sichel, el prudente y equilibrado representante de largos paseos por los zigzagueante mundo de la izquierda. Al verla y escucharla pocos días antes de la votación, con sorpresa oímos decir sin titubeos que el “hombre más malo de la humanidad era Augusto Pinochet”

Pues bien, para mí  no fue asombro y recordé la fecha de su nacimiento: Julio del 77. Por su historia personal tantas veces repetida, de familia disfuncional, fue su abuelo el que lo sacó adelante, independiente de su esfuerzo personal. La pregunta es cuando ocurrió eso, cuando él tuvo las oportunidades para desarrollarse poder trabajar y costearse sus estudios, tener techo y comida para sobrevivir. Cuando sus abuelos con sus recursos lo protegieron con tranquilidad y paz social. Cuando tuvo la oportunidad de no ser un lastre para la sociedad. Todo lo anterior en pleno gobierno militar bajo la dirección del hombre que él considera el más malo en la humanidad. Aquel que le dio al igual que a él la oportunidad de terminar sus estudios medios y llegar posteriormente a la universidad a miles de jóvenes chilenos. En 1990 Sebastián Sichel tenía 13 años, un adolescente formado con dureza en la vida. Esa vida no la eligió Pinochet para ese niño y Sichel lo sabe, sin embargo el desarrollo alcanzado por el país, la tranquilidad y la paz le permitieron a este niño salir adelante y ser hoy una carta presidencial. Pero, señor Sichel, la vida da vueltas y si alguna vez hay otro niño con sus características espero que  no se refiera a Ud. como “el peor ser humano” que usó el cinismo e hipocresía para engañar a un pueblo completo.

La derecha como siempre tonta sigue en la lógica de salvarse del comunismos sin siquiera ser capaces de mirar los números y de entender que el PC es militante. Analicen los votos y llévenlos a porcentaje nacional tomando el real padrón electoral y verán que no sale del margen que siempre ha representado.

La guinda de la torta la puso un conocido político al cual conozco bastante y le tengo cariño, pero no comparto para nada su artículo publicado el día miércoles pasado. Realmente, fuera de las convicciones que hicieron fuerte a la derecha, proclamando la neoconcertación, esta vez con la UDI y RN, la misma que organizó para salvar a Lagos, francamente un disparate con signos serios de un efecto patológico aterrador.

Es de esperar que reine la cordura, se aquieten los ánimos y la derecha se aglutine ya qué tiene opciones reales y se valore el orden, la disciplina, el estado de derecho, la seguridad e inteligencia para la paz social, la cultura como base esencial de nuestra identidad nacional, expresada en el lenguaje que nos hace a todos comprendernos, tratarnos y respetarnos. En fin los principios profundos de una República que queremos conservar

¡No pierda las esperanzas, una golondrina no hace verano !!!

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