Osvaldo Rivera Riffo
Director Fundación Voz Nacional


 "Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa"
Víctor Hugo


A comienzo de los años 80 y a raíz de la ley de rentas municipales, se comienzan a crear mecanismos jurídicos para difundir y extender el fenómeno cultural.

Así nace la Corporación Cultural de Providencia y en ella se da inicio no sólo al fomento del arte y la cultura, sino que se despliega por primera vez en Chile un proyecto de atención al Adulto Mayor.

Fue tan poderoso dicho proyecto, que la Corporación le traspasa esa unidad al municipio, quien crea un departamento especial que se ocupa del desarrollo integral de dicho sector de la comunidad, el que alcanza a una población de sobre el 30% de los vecinos.

Tal fue su desarrollo y éxito, que no sólo sirvió de modelo para otras comunas sino que como ejemplo para las iniciativas posteriores del SENAMA. Fue reconocido y premiado nacional e internacionalmente y los adultos mayores de Providencia se sintieron orgullosos y participativos de cuanta actividad se les fue presentando. Charlas de actualidad, organizaciones de talleres formativos, cursos de arte, fiestas recreativas, viajes nacionales e internacionales fueron algunas de las tantas actividades con las que se les otorgó dignidad y la especial consideración que se merecen, más aún cuando representan el eslabón etario con la historia más prolífica en experiencias y enseñanzas.

Todo lo relatado se realizó hasta la llegada de la izquierda a Providencia en el año 2013, con la señora Josefa Errázuriz y su corte de “jóvenes de revolución democrática” altamente ideologizados, quienes destruyeron esta iniciativa llegando incluso a hacer desaparecer los Centros Integrales y la Oficina Central.

Pensamos que con el advenimiento de una nueva autoridad, de signo en apariencia más decente, esto podría retrotraerse a su cauce normal y se revitalizaría el compromiso con este importante segmento. Pero una vez más la realidad nos traiciona, no fueron por ahí los dardos y la actual alcaldesa sólo ha procurado superar la marca de su antecesora… ¡Destruir el pasado!

Así las cosas, los Adultos Mayores ya no tienen nada de lo descrito debiendo conformarse, como atención relevante, tan sólo con la fiesta de Año Nuevo, obra del alcalde Labbé y que, según nos cuentan, cada año carece más de emoción y vida. 

"Los adultos mayores de hoy fueron los jóvenes de ayer que conquistaron la libertad”

Pero aún hay más, desde hace años un par de ancianos tiene su hábitat en un banco de la calle Marchant Pereira, frente a los accesos municipales. Ahí duermen noche a noche. Al despertar de la mañana, limpian y siguen su peregrinar por la ciudad hasta que al caer la noche retornan a ese único lugar que han encontrado para descansar y pasar la noche. Todo esto con calor, frío o lluvia y ante los ojos indiferentes de la Alcaldesa, que nada ha hecho en años por superar esa situación… ¡Seguramente no son votantes!

Pero sigamos, antes de las llamadas "marchas pacíficas" los parques Balmaceda y Bustamante otrora agradables paseos para los vecinos ya habían decaído a un estado lamentable; con carpas de gente abandonada que se refugia en estos lugares públicos, con alto consumo de drogas y alcohol, mientras sus necesidades fisiológicas las cubren en los baños y cocinas de hospitales e incluso en los mismos parques… ¡y nada se hizo!

Sobrevino la violencia, la destrucción, los incendios y esos sectores de la comuna se transformaron en campos de guerra totalmente destruidos en calles, mobiliario urbano, luminarias, semáforos, paraderos de locomoción colectiva, jardines, luciendo las fachadas de lo que queda en pie mamarrachos pintarrajeados insultando y amenazando a la población. Para que hablar de los monumentos de Plaza Baquedano.

Pues bien, con todos los semáforos del sector destruidos hasta calle Condell y Puente del Arzobispo, con un peligro permanente de accidentes de tránsito, pareciera ser que la alcaldesa, de acuerdo a la moda imperante, está empeñada en dar satisfacción a los ciclistas –furiosos o no- creando una ciclo vía en Eleodoro Yáñez sin medir las consecuencias de lo que eso significará en términos de menor fluidez del tránsito, de congestión vehicular y sus subsecuentes bocinazos, etc., etc. Más aun siendo esta una de las principales y más expeditas arterias de bajada al centro de Santiago. Pero la idea parece ser sumar kilómetros de ciclo vías, obras fáciles y vistosas. No importa la tranquilidad de los vecinos y de quienes pagan rigurosamente sus patentes y contribuciones, dineros de los que abusa la autoridad para sus mezquinos intereses electorales. Menos importa por cierto, tomar las medidas para solucionar los sectores vandalizados que han sido convertidos en tierra de nadie procurando al menos reponer los semáforos para la seguridad del tránsito.

Pero hay una historia que no puedo dejar de relatar. En esta fiebre “millennial” por las ciclo vías, el municipio construyó otra en los bordes del canal San Carlos, ladera poniente paralela a Tobalaba. Y habría que conocer la historia para no cometer errores por ignorancia: El canal San Carlos se comenzó a construir en la Colonia y unió como se sabe el río Maipo con el Mapocho, logrando con ello agua para la naciente ciudad. Por tanto es un espacio indiscutido de conservación patrimonial -aunque nadie ha reparado en ello- ya que es la obra hidráulica más monumental construida en esa época y constituye un ejemplo de ingeniería de la cual incluso hay un museo completo en España. Pero la ignorancia llevó a la autoridad a romper los alicaídos jardines y meter cemento, reduciendo significativamente el espacio para el disfrute peatonal de los vecinos.

Los jardines; árboles y flores son los que embellecen la comuna, no plazas duras con diseño plano, frío y carente de tradición. Ahora además con caniles, otra de las ocurrencias de la Sra. Alcaldesa, que comparte con su par de Las Condes y que corresponde a las modas o “tendencias” que salen a copiar a otros países.

Pero ello no es todo, en un ataque de modernismo ha hecho sacar los faroles de hierro fundido que le daban ese aspecto romántico a calles y plazas de la comuna, confiriéndole una identidad inconfundible y los ha reemplazado por unos tubos de 4 metros de altura, con una pantalla tipo radiador en la punta… ¡un mal gusto estético que aterra!

Así vamos en la "tradicional" y emblemática comuna de Providencia. No olvide que este año hay elecciones de alcalde y concejales y no cometa el mismo error que cometimos muchos… ¡el mal menor está claro que en ocasiones no es tan menor!

Tenga presente que estas conductas políticas siempre merecen el mayor Rechazo, ahora más que nunca.

"No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy”
Abraham Lincoln

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