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20 DE OCTUBRE DE 2019

 

 

¿Usted cree que los controladores y accionistas norteamericanos de Walmart, cadena de supermercados a la cual los revolucionarios rojos en Chile le han saqueado 125 locales y quemado 10 supermercados, creen que acá hay "rule of law" (estado de derecho)? No, por supuesto. No hay tal en Chile hoy. Cualquiera lo sabe. Walmart seguramente se pregunta en qué minuto resolvió invertir acá un gran capital que hoy está perdiendo aceleradamente a manos de los saqueadores e incendiarios de la Revolución Comunista del 19 de octubre, hoy triunfante.

Cuando yo les escribía en este blog, desde 2010 y ya durante nueve años, a Piñera y a los jueces rojos, que si ellos les desconocían las leyes a los militares (r), estaban contraviniendo el "estado de derecho" y que ese precedente podía servir en el futuro para después arrasar con toda la legalidad en Chile, nadie me hizo caso. No obstante ello, la derecha apoyó al destructivo Piñera para un segundo mandato, durante el cual no sólo ha continuado, sino que ha acentuado el desconocimiento del estado de derecho para los militares (r). Bueno, desde el 19 de octubre de 2019 las leyes han dejado también de imperar para los demás chilenos y, desde luego, para los inversionistas extranjeros como Walmart, que ha perdido parte de su millonaria inversión en Chile y cuyos supermercados no están a salvo, algunos están siendo saqueados y ni siquiera tienen perspectivas de poder funcionar, por falta de garantías.

En Chile reina el caos. Se sabe que la fuerza pública no tiene fuerza, pues no puede usar sus armas. No hay autoridad en Chile hoy. Luego, manda el lumpen. Se forman colas en todas partes, porque la gente ve que impera la ley de la selva y cree que vienen el socialismo y la escasez. Entra en pánico y se provee de lo esencial.

También la gran industria de lencería Kayser, en Renca, es destruida y saqueada impunemente ante nuestros ojos por la TV, tal como Walmart. En su interior perecieron cinco personas a raíz del incendio provocado por los saqueadores.

Ya van diez muertos. Saqueos en otras firmas automotoras, de telecomunicaciones y comerciales ocasionan pérdidas millonarias. 

¿Cómo creen ustedes que las bolsas internacionales van a acoger la anarquía y la ruina de tantas empresas en Chile? ¿Irá a seguir Piñera diciendo que el país es "un oasis" de tranquilidad en la región, cuando, con su medida de derogar el alza del pasaje del Metro ha iniciado la "argentinización" populista de la economía chilena? Ha emprendido la senda del populismo "a la Kirschner".

Acabo de ver a Piñera en La Moneda en mala compañía: con el presidente del Senado, "retroexcavadora" Quintana, éste felicitándose del triunfo de la Revolución y aprontándose para cambiar todo, partiendo por la Constitución, dijo, ahora de acuerdo con Piñera; y con otro destructor de la institucionalidad, el juez rojo Haroldo Brito, presidente de la Corte Suprema y gran activista de la prevaricación para meter ilegalmente presos a los militares.

La sociedad libre se prevé como la mayor víctima de este caos, junto al estado de derecho. Pues los triunfantes de la Revolución culpan "al modelo" y quieren cambiarlo por el "otro modelo", el socialista.

En realidad, la economía fundada en la libre iniciativa individual era el objetivo principal de la Revolución. Y casi todo el mundo ahora dice que la causa de la asonada roja es el descontento popular con el modelo de libertades. Eso es falso. El motivo de la asonada es la histórica vocación revolucionaria comunista de siempre, desde 1917 y 1973 hasta hoy, pasando por la "Revolución de la Chaucha" de 1949 y la asonada de 1957, reprimida ésta con tanques en las calles (aplaudidos por el público de Ahumada).  Esas dos veces lo gobiernos de González Videla e Ibáñez, más enérgicos, impusieron su autoridad. La fuerza pública actuó. Ahora no hay sentido de autoridad para hacer eso.

De modo que "el modelo" es el blanco a destruir. Pero no es el problema. El problema real es la violencia extremista impune. Esto no tiene visos de solución, porque no hay verdadera "fuerza pública" si ésta no puede emplear sus armas. Cualquiera puede insultar a un uniformado y apedrearlo, pero éste no puede responder, porque el Gobierno se lo prohíbe. Ya hay vecinos y locatarios armados defendiendo establecimientos comerciales del saqueo, porque la fuerza pública no lo hace. "Este gobierno ha sido inepto, manda a la comunidad a combatir con el lumpen", oigo decir a una vecina por TV. Los vecinos se enfrentan a los revolucionarios. Ni la fuerza pública ni el estado de derecho existen para efectos prácticos. 

Al contrario y como demostré en mi blog anterior, el comunismo revolucionario está millonariamente subsidiado por el Estado chileno y la dictadura judicial roja le ha añadido un financiamiento adicional, inventando delitos que dan origen a la condena de militares y a millonarias indemnizaciones para la guerrilla de 1973-1990. La Revolución Comunista, mediante el saqueo, el fuego y la violencia, apunta a destruir el modelo de sociedad libre. Y lo está consiguiendo.

Veo en las pantallas juntos a Piñera, a Quintana, el de la retroexcavadora, a Brito, el supremo gran prevaricador y al kerensky Flores anunciando al país de consuno que aunarán sus fuerzas para destruir el modelo. Desconocieron el estado de derecho a los militares y ahora se aprestan a derogarlo para el resto de la nacionalidad.

Sálvese quien pueda. Ya el estado de derecho chileno no se pudo salvar.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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